La policía confirma el suicidio del actor Robin Williams
La autopsia concluye que el intérprete no sufrió violencia antes del fallecimiento por asfixia
Con toda teatralidad y alguna demora, Keith Boyd, el ayudante del sheriff del condado de Marin, contó ayer los detalles de la autopsia y la reconstrucción de los hechos para resolver la muerte de Robin Williams. “Ante todo, quiero hacer llegar mis condolencias a la familia”, arrancó ante un remolino de cámaras y periodistas. Tan solo tres minutos de declaración y preguntas que no fuesen demasiado personales. La cita inicial era a las 11 de la mañana, pero la conversación telefónica con los médicos demoró su declaración. “No quiere dejar ningún detalle al azar”, insistía el asistente encargado de atender a la prensa.
Boyd contó que a las 11.55 del lunes (hora local, 20.55 hora peninsular española) el 911, número de emergencias de EE UU, recibió una llamada que alertaba de que un adulto había sido encontrado sin respiración. Las primeras impresiones ya apuntaban a un suicido por ahorcamiento. A las doce de la mañana, se certificó la muerte del hombre. Y a las dos le identificaron: sí, era Robin Williams.
El actor se ahorcó con su propio cinturón, según la investigación. En sus muñecas, el equipo médico encontró varios cortes superficiales hechos con una pequeña navaja de bolsillo. “No se sabe si es su sangre o no, pero lo estamos investigando”, aclaró Boyd.
“Estaba en tratamiento por depresión”, confirmó Boyd, pero se negó a concretar si se había encontrado alguna sustancia en su sangre. Lo mismo sucedió a las preguntas sobre una posible nota de despedida.
A continuación reconstruyó los hechos: a las diez de la noche del día anterior el actor había estado con su esposa, Susan Schneider, hasta que se fue a su habitación. A las once de la mañana del lunes, ella abandonó la casa, pensando que seguía dormido. Media hora más tarde, su asistente llamó a la puerta varias veces y, viendo que Williams no respondía, entró en la habitación. Le encontró ligeramente suspendido, en posición casi sentada, con un cinturón alrededor de su cuello y atado por el otro extremo a un armario. Se descartó que sufriera algún tipo de violencia. “En pocas semanas se confirmará. Queremos saber si es un suicidio, tenerlo muy muy claro”, remató Boyd.
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