Tráileres y pelotazos literarios

¿Alguien conoce a alguien que sepa de alguien en este planeta que no haya visto, a estas alturas, el tráiler de la esperada, ansiada, deseada y megacansina Cincuenta sombras de Grey? Si lo querías ver, está clarísimo: ya lo has visto. Si te daba igual, ya lo has visto. Si paseabas por Twitter y cía el día que se estrenó (y si estabas un día antes, incluso dos, cuando Beyoncé colgó el tráiler del tráiler, que ya es decir), ya lo has visto. Si sigues a Beyoncé en sus redes, qué te voy a contar, vete al punto anterior: sí, ya lo has visto. Si te parece aburrida, ya lo has visto para ver si lo era. Si te parece petarda, ya lo has visto para sentenciar que así era (en el segundo siete, no lo has dejado mucho más… o de paso lo has visto entero). Si te parece “porno para mamás”, “porno blando”, “porno basura” o incluso “¡porno satánico!” (lo he leído, lo juro): también lo has visto ya. Total, ¿era porno, no? El caso es que sí: ya lo has visto.

Yo (sorpresa, sorpresa) lo he visto. Tardé ¡una hora! en pinchar en él desde que se estrenó. Cuatro y media de una calurosa y aburrida tarde viernes de finales de julio, hace cuatro días, como quien dice (¿o es que hace realmente unos cuatro días?). Y bueno, mira, un tráiler de una peli pseudo-porno. Sólo hace falta teclear en YouTube "Cinc"... y ya te lo dice él solito: Cincuenta sombras de grey trailer oficial en español. Aunque buscaras vídeos de Cinco lobitos tiene la loba o del Cinco de enero día de Reyes.

Como tantos, no he leído nada del fenómeno, ni la contraportada. Tampoco creo que vea la película, convenientemente estrenada el 13 de febrero de 2015, justo antes de (¡¡¡ooooh!!!) San Valentín. No creo que sea la única, pero ¿que el fenómeno no resulte interesante (incluso que parezca ajeno, puro marketing o, cuanto menos, regulín) implica denostarlo? ¿Que un libro sea malo, como dicen, implica que nadie debe leerlo o que sea tonto por hacerlo?

Que lean, que lean, todo sea por leer. Montones criticaron al mago de los magos, el gran Harry Potter, y las ma-ra-vi-llo-sas siete aventuras de varios centenares de páginas que le dedicó J. K. Rowling, por su capacidad para tener a los críos pegados a las páginas. ¿Y? A muchos les hizo abrir un libro por primera vez, o mantenerlo abierto sin bostezar durante más de quince minutos, que no es poco. ¿Y Crepúsculo? Cien millones de ejemplares despachados y miles de desmayos y gritos pseudovampíricos… y millones de adolescentes poco fans de las letras, leyendo. Teniendo criterio, ¿hay lecturas —que no libros— buenas, malas y peores?

Si un tráiler de 150 segundos (dos minutos y treinta y un segundos en español; dos con veintiseis en inglés) ya ha logrado 16 millones de reproducciones y tres libros de “porno blando” vender 31 millones, ojito. Al final caeremos. Y en febrero dirás que sí, que ya lo has visto.