Los Sanfermines 2014 arrancan puntuales

Dos eran las preocupaciones del ayuntamiento de Pamplona para el chupinazo de este 6 de julio. Por un lado, evitar que se reprodujera la operación que el año pasado, con la colocación de una ikurriña (bandera vasca) de grandes dimensiones frente al balcón de la Casa Consistorial por parte de simpatizantes abertzales, retrasó el inicio festivo 20 minutos. Por el otro, que la lluvia, compañera esperada para este domingo, no estropease el inicio de las fiestas que la ciudad organiza en honor a San Fermín y que atraen a miles de visitantes que llegan desde puntos como Nueva Zelanda o Estados Unidos.

La lluvia ha caído de forma intermitente, pero en una intensidad menor de la esperada. El termómetro rondaba los 30 grados por lo que a falta de agua caída del cielo, los más jóvenes han vuelto a llamar a los vecinos del centro de la ciudad para que, con cubos desde los balcones, refrescaran el ambiente.

En lo referido a evitar una nueva polémica sobre la reivindicación de la ikurriña, que realizan los partidos nacionalistas, agentes de Policía Municipal y Foral se desplegaron desde primera hora por los tejados cercanos a la plaza Consistorial. El año pasado, 6 personas camufladas con barbas postizas desplegaron de un lado a otro de la plaza una bandera de unos 20 metros cuadrados a escasos 5 metros del balcón donde se lanzaba el cohete. No obstante, el enfrentamiento político entre el alcalde Enrique Maya (UPN) y la oposición abertzale no se ha relajado en las semanas previas a las fiestas.

Según el reparto tradicional entre los grupos políticos de mayor a menor representación, este año era el grupo de Bildu el encargado de lanzar el cohete. Sin embargo, el alcalde Maya anunció que otorgaba el cohete al comité local de Cruz Roja, en recuerdo a su 150 aniversario. Desde el inicio de la democracia sólo 3 personas que no eran concejales han prendido la mecha del chupinazo. Lo hizo el capitán de Osasuna, Cesar Palacios, cuando el equipo ascendió a Primera División, el presidente del Portland San Antonio cuando ese equipo de balonmano, ya desaparecido, ganó la Copa de Europa y el presidente de la comparsa de gigantes y cabezudos en su 150 aniversario. Desde la primera legislatura de la ahora presidenta navarra, Yolanda Barcina, como alcaldesa, en 1999, ninguna de las marcas de la izquierda abertzale (EH, ANV y Bildu) ha lanzado el cohete anunciador de las fiestas. La portavoz de Bildu, Eva Aranguren, ha felicitado a la Cruz Roja por la distinción, pero ha lamentado “el veto de UPN a los más de 10.000 vecinos de Pamplona a los que representa Bildu”.

Por su parte, el alcalde Maya ha destacado la “normalidad” con la que se ha vivido este inicio festivo. Añade que respeta la exhibición de la ikurriña en la plaza Consistorial entre los asistentes al chupinazo. “Siempre que no se imponga en el edificio municipal, hay que respetar cualquier bandera y cualquier opinión”, ha señalado el regidor.

Ajeno a la polémica política estaba el presidente del Comité Local de Cruz Roja, Mikel Martínez, encargado de prender la mecha del cohete de los Sanfermines 2014. Ajeno también al habitual lenguaje comedido de la política, Martínez proclamaba que el chupinazo era “un subidón, una gozada, una pasada”. Añadía que para un pamplonés “puede ser la experiencia que genere mayor adrenalina”, por la emoción que supone iniciar las fiestas para alguien que “nunca lo hubiera imaginado”.

Las emociones de los pamploneses se unen estos días a miles de visitantes que llenan hoteles, albergues e incluso parques públicos para disfrutar de los 9 días de fiesta. Arranque sanferminero con una ciudad más repleta de lo habitual debido a la coincidencia del 6 de julio con un domingo. Este año, por primera vez, el canal norteamericano NBC ha ofrecido en directo el chupinazo y también trasmitirá cada uno de los ocho encierros en los que los toros recorrerán los 800 metros que separan los corrales de Santo Domingo y la Plaza de Toros. El primero, mañana, a las 8 en punto de la mañana con los toros de Torrestrella como protagonistas. Repercusión internacional de unas fiestas con 443 actos en el programa oficial y con cientos de pequeños momentos con los que cada uno de quienes se han anudado hoy el pañuelo rojo al cuello viven unas fiestas basadas en la espontaneidad en una ciudad que cada año se transforma desde una tímida capital del norte de España a capital mundial de la fiesta.

Como novedad, el chupinazo ha contado con un nuevo dispositivo de seguridad formado por policías forales y municipales de Pamplona que se han dedicado a vigilar y detectar posibles agresiones sexistas en el inicio de la fiesta.

Esta medida ha acompañado a la campaña del Ayuntamiento de Pamplona Por unas fiestas libres de agresiones sexistas para prevenir la violencia sexual contra las mujeres y concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de mantener el respeto y la seguridad durante las celebraciones.

Por encima de los 443 actos festivos programados por la Casa Consistorial, como siempre el encierro (del 7 al 17, a las 8.00). Este año contará por primera vez con una ordenanza municipal que regulará las normas de seguridad de la carrera. Hasta hora, estas indicaciones figuraban en el bando hecho público por la alcaldía, por lo que tenían un rango menor. Las infracciones, calificadas como leves, graves o muy graves, podrán ser multadas con entre 600 y 60.000 euros. Entre las consideradas muy graves se encuentran participar con medios mecánicos (patines, bicicletas), poner en peligro la integridad física de los participantes, incluyendo el infractor, o la reiteración de faltas graves. Correr bajo los efectos del alcohol o las drogas, pararse durante el recorrido o quedarse en los portales y el vallado serán consideradas faltas graves.