La vuelta de José Tomás convulsiona Granada y León

El diestro José Tomás ha anunciado que vuelve a los ruedos españoles en la plaza de Granada y ha convulsionado todos los indicadores económicos de la ciudad. Los empresarios de hostelería están exultantes, se ha disparado la venta de abonos para los cuatro festejos de la feria del Corpus, la empresa saca brillo al cartel de ‘no hay billetes’, la mayoría de los hoteles y restaurantes esperan ocupar sus plazas, la reventa solo está al alcance de privilegiados bolsillos y son sesenta los medios de comunicación nacionales y extranjeros acreditados para dar fe de un acontecimiento de enorme dimensión social y de una menguante repercusión taurina. Algo parecido se está viviendo en León, donde la empresa que dirigen los hermanos Postigo casi ha cuadruplicado la venta de abonos; de los 2.000 habituales se ha acercado a los 8.000 de un total de 11.000 localidades, que es el aforo de la plaza.

El suceso granadino está anunciado para esta tarde, celebración de la festividad del Corpus, uno de los días grandes en la ciudad de la Alhambra. A las siete y media de la tarde, José Tomás asomará por la puerta de cuadrillas en compañía de Finito de Córdoba y el joven Rafael Cerro; en los chiqueros, toros de Domingo Hernández y Victoriano del Río; los tendidos, que acogen a 14.500 personas, de bote en bote, y las ilusiones, en todo lo alto para contemplar de nuevo a este extraño, misterioso y legendario torero, -un privilegiado, sin duda,- que aparece y desaparece por motivos desconocidos, que huye de las plazas de responsabilidad, pero que mantiene intacta una inmensa legión de seguidores y un desmedido interés mediático.

Hace dos semanas que no hay entradas disponibles en taquilla, se han vendido 8.000 abonos, -un 400 por ciento más que en 2013-, y 110 medios de comunicación escritos, audiovisuales y digitales han solicitado acreditación, de los cuales solo 60 estarán presentes en la plaza, cuando, habitualmente las solicitudes no alcanzan la quincena.

Pero lo realmente llamativo es la alegría desbordante de los empresarios del sector turístico. Antonio García, secretario general de la Federación Provincial de Hostelería y Turismo de Granada, señala con aire de euforia que ‘las sensaciones son inmejorables, y no nos importaría que José Tomás se anunciara en Granada cada quince días’. Según sus datos, los establecimientos hoteleros de gama alta ‘tendrán una magnífica ocupación, lo que repercutirá en el resto del hospedaje y la restauración’. El representante empresarial señala, asimismo, que este acontecimiento taurino ‘universaliza’ una fiesta muy localizada como es el Corpus granadino, y destaca ‘el positivo impacto que tendrá la marca Granada en un segmento turístico de alto poder adquisitivo’. ‘Por todo ello’, concluye, ‘deseamos fervientemente que triunfe José Tomás y vuelva pronto a nuestra plaza, y agradecemos al empresario que haya elegido Granada para la reaparición de este gran torero’.

El domingo día 22, José Tomás viajará hasta León, donde hará el paseíllo junto a Juan Mora e Iván Fandiño. Otra vez la plaza llena, -hace días que no hay entradas en taquilla-, la ciudad en fiestas y abarrotada -ya es difícil encontrar alojamiento- de tomasistas irredentos, con una amplia representación de aficionados franceses, y todos -encantado el sector turístico- con la ilusión de sufrir y gozar con un torero diferente.

Tomás vuelve a los ruedos españoles 22 meses después de que el 3 de agosto de 2012 alborotara Huelva con su presencia; un mes más tarde, el 16 de septiembre, se encerró con seis toros en Nimes, donde cortó once orejas y un rabo, en el curso de una mañana que ha sido calificada como histórica; y ahí acabó una cortísima temporada que había iniciado el 25 de junio en Badajoz. Pero cuando el camino del torero estaba libre, un toro lo volteó el 27 de marzo de 2013 en una sesión de entrenamiento y le partió el pie derecho, lo que trastocó sus planes y lo mantuvo retirado toda la temporada pasada.

El torero no volvió a vestir el traje de luces hasta el pasado 3 de mayo, en la localidad mexicana de Juriquilla, en el estado de Querétaro, en un festejo de escasa importancia en el que se retiraba su amigo Fernando Ochoa.

Y de su México querido, adonde no volvía desde su gravísima cornada en abril de 2010 en Aguascalientes, a Granada; después, acudirá a León el domingo día 22, y el sábado 23 de agosto se anunciará en Málaga, mano a mano, con el rejoneador Hermoso de Mendoza. Y hasta aquí se puede leer, pues lo único que se conoce es que Tomás no estará en las plazas de Huelva y El Puerto de Santa María, como se había rumoreado.

Vuelve José Tomás y con él una avalancha de tomasistas; pero al tiempo que mantiene el tirón social disminuye su atractivo taurino. El hecho de que haya desistido de liderar la fiesta de los toros, reduzca al mínimo sus comparecencias, y rehúya el compromiso de las principales plazas y la competencia con los compañeros que cimentan las grandes ferias han desencantado a una afición que, erróneamente, creyó ver en este torero al revolucionario que estaría al frente de la tauromaquia del siglo XXI.