La Mar de Músicas celebra 20 años con Omara Portuondo y Noruega

Para los que estarán: Omara Portuondo, Yossou N' Dour, Cristobal Repetto, Martirio o Amaral, de vuelta 13 años después. Para los que ojalá estuvieran: Compay Segundo y Carlos Gallego, el fotógrafo de siempre del festival. Este año, La Mar de Músicas debutará una edición diferente porque el certamen cumple 20 años. Y los quiere cumplir con los artistas que lo han hecho grande y con la cultura noruega como abanderada.

Esta mañana, en la sala Manuel de Falla de la SGAE, Pilar Barreiro, alcaldesa de Cartagena; Pedro Antonio Sánchez, consejero de Educación, Cultura y Universidades; Begoña Elices, directora general de Comunicación y de Presidencia de Repsol; Lotte K. Tollefsen, agregada Cultural de la Embajada de Noruega en España; y Paco Martín, director de la cita, han presentado el programa para esta vigésima edición. 43 conciertos, casi la mitad gratuitos, en siete escenarios distintos de la ciudad del 18 al 26 de julio y una mayor apuesta por el cine, la literatura y el arte, pues no todas las olas de esta marea son melódicas.

En lo musical, destacan viejos conocidos y el invitado estrella, Noruega. De los primeros, los que han hecho grande el festival durante 20 ediciones, como Arcangel que reaparezará con Estruna junto a un grupo de voces búlgaras o Calle 13 y su último trabajo Multi-Viral. Russian Red, amén de presentar Agent Cooper (2014), actuará junto a la noruega Ane Brun. Y uno de los momentos más emotivos a los que aspira La Mar de Músicas XX es el homenaje a Nelson Mandela de otro clásico del festival, el nigeriano Youssou N' Dour. Omara Portuondo será la homenajeada por el festival y recogerá el premio especial del certamen por ser "una de las voces indiscutibles de Cuba", según recordaron tanto la alcaldesa Barrero como el director del certamen.

Del país invitado, que copará también las exposiciones y conferencias más allá de lo musical, habrá mucha variedad, con la consigna de escoger "artistas muy conocidos en Noruega y que aún no lo son en España", según ha indicado Martín. Empezando por el nu jazz de Bugge Wesseltoft, padre de esta fusión entre lo electrónico y lo clásico, que presentará su Ok world ensemble, collage de naciones y sonidos con el rasgueo de la guitarra flamenca de Josemi Carmona. El cantautor Thomas Dybdahl y la cantante lapona Mari Boine (que canta en sami, el idioma lapón) también actuarán en esta edición. Y no podían faltar djs de una de las Mecas mundiales para esta música: Ost & Kjex y Lindstrom se pondrán frente a los sintetizadores. Será casi como estar en casa, porque según indicó Tollefsen "de los cinco millones de noruegos, casi un millón y medio viajaron a España en 2013".

El día grande está marcado. El miércoles 23 se cantará el "cumpleaños feliz" con siete conciertos gratuitos repartidos por los otros tantos espacios del festival. Goran Bregovic, Bongo Botrako, Pional, Marinah y los Argonautas o Natalia Lafourcade con su homenaje a Agustín Lara, Mujer Divina, tendrán la responsabilidad ante los micros.

Pero esta XX edición tendrá también una amplia oferta de actividades paralelas. En La Mar de Arte el nombre será el de Per Barclay, que presentará una obra que funde sus dos constantes, arquitectura y fluidos, en el Casino de Cartagena, palacio del S. XVIII que Barclay inundará. Los yuppies ladrones y asesinos de Headhunters (2011) o el éxito de crítica Oslo, 31 de agosto (2011) de Joachim Trier serán dos de las nueve películas noruegas —más cuatro cortos de animación— que podrán verse en pantalla grande. Los escritores Kjartan Flogstad (Gran Manila), Dag Soltstad o el poeta noruego de origen chileno Pedro Carmona serán algunos de los invitados a hablar de su obra en La Mar de Letras. 

Pilar Barreiro, alcadesa de Cartagena por el PP, subrayó durante la presentación lo indispensable del apoyo de su esponsor habitual, Repsol, para cumplir los 20 años. "La realidad es que sin empresas privadas que nos apoyen, ahora mismo sería imposible organizar festivales". Pero el comentario no pareció ser una pulla contra la tijera en la cultura del Gobierno central, porque Barreiro quiso también poner a una estrella a los políticos por estos eventos: "Ahora parece que las decisiones políticas son malas. Pero si no las hubiera, eventos así serían imposibles".