El Hélio Oiticica más íntimo
El Reina Sofía de Madrid estrena un documental del artista brasileño con fragmentos inéditos de su obra
“La pintura y la escultura son algo superado”, sentenciaba Hélio Oiticica (Río de Janeiro, 1937-1980) durante el período más fructífero de su creación. El rechazo hacia el arte tradicional alcanzó sus máximas proporciones a partir de 1960, cuando el artista traspasó los límites del movimiento neoconcreto para empezar a desarrollar el trabajo de autor que vendría a caracterizar su legado. “Fue una abolición cada vez mayor de estructuras y significados, hasta llegar a lo que considero la invención pura”, explica Oiticica en una cinta de audio grabada en los setenta. Cerca de 40 años después, el sobrino del artista, Cesar Oiticica Filho, reunió este y otros documentos audiovisuales inéditos en el documental Helio Oiticica (2013), que se proyecta ahora en Reina Sofía.
La película llega a España tras pasar por más de 20 festivales internacionales y recibir varios premios, entre ellos el de mejor largometraje documental en el Festival do Rio (2012) y los Premios Fipresci y Caligari en la Berlinale del año pasado. Chema González, jefe de actividades culturales del Reina Sofía, vio la película en el Festival DocLisboa y decidió estrenarla en el programa audiovisual Intervalos del museo, con dos proyecciones, los días 23 y 29 de mayo. Para González, lo más original del documental es “su propuesta ensayística, que se aleja del género porque no es un documental biográfico en el sentido más estricto”, ya que “no hay voz en off, entrevistas, ningún recurso a la construcción de la autoridad, que es tan habitual en este tipo de cine”, explica el director.
Han pasado 12 años desde que a Cesar Oitica Filho se le ocurrió realizar una película sobre su tío, de cuya obra es un profundo conocedor. En 2002, mientras investigaba el material de una exposición, encontró un puñado de cintas súper 8 grabadas por Hélio Oiticica. Tras ver estos filmes, percibió que “estaban mal interpretados por la curaduría anterior”. Si el artista grababa una secuencia de tres minutos, “esto ya era el filme listo, no hacía falta editarlo”, incide el cineasta. “Aunque parezcan caseros, con una estética muy precaria, son filmes realmente de autor”.
La intención de Oiticica Filho con este documental era “presentar Hélio a Brasil y al mundo, y presentarlo a través de él mismo, que es la mejor manera de conocerlo
El largometraje ha sido distribuido en las salas de cine de Alemania tras ganar el Caligari y se va a estrenar en todo Brasil el próximo 24 de julio —dos días antes del cumpleaños de Helio—, de modo que para esta fecha su equipo está preparando “una gran fiesta con performances, cosmococas y parangolés (estructuras que se visten como si fueran una extensión del cuerpo)” en un parque de Río de Janeiro, cuenta el director. Aunque a Oiticica Filho le gustaría hacer un gran estreno internacional, de momento no hay previsión de cuando se podrá ver a la película en los cines españoles y latinoamericanos. Para la realización de la película, el director ha contado con una subvención de 1,5 millones de reales (cerca de 500.000 euros) de la Ancine (Agencia Nacional do Cinema), pero no ha conseguido apoyo financiero para la distribución.
Helio Oiticica mete al espectador de lleno en el proceso de creación del artista, en sus memorias y reflexiones sobre el arte. En la pantalla, Oiticica se mueve a base de esnifar cocaína mientras describe su propio flujo de pensamiento. La intención de Oiticica Filho con este documental era “presentar Hélio a Brasil y al mundo, y presentarlo a través de él mismo, que es la mejor manera de conocerlo”. Al mezclar las cintas súper 8 y las cintas de audio del archivo personal de Oiticica, el director pretendía al mismo tiempo meter el público “en el ojo del artista, para que vean el mundo a través de su perspectiva”, y “en su cabeza, escuchando sus pensamientos”. Estas intenciones de Oiticica Filho tienen claras referencias en el arte de Hélio, sobre todo en la creación del artista que, según cuenta, más han influido en su trabajo: los Cosmococas, instalaciones ambientales cuyo objetivo es traer al espectador hacia el centro de su arte, ofreciéndoles experiencias multisensoriales.
El director ha utilizado no solo el archivo personal de Hélio Oiticica, sino también fragmentos audiovisuales de varios otros artistas y cineastas. Además, el equipo ha grabado varias de sus obras para tejer todo el material. Una de ellas, los Penetrables —piezas con las que el espectador puede interactuar— ejemplifica algunos de los principales conceptos presentes en la obra de Hélio Oiticica. El propio artista lo manifiesta en la película: “Contacto no contemplativo. El espectador transformado en participante. El artista no más como el que crea objetos, sino el que propone prácticas. Situaciones que aún no fueron vividas”.
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