Cannes, principio y final de un idilio real
La edición 67ª del Festival de Cannes empieza hoy La película ‘Grace de Monaco’ inaugura el certamen La Palma de Oro se conocerá el sábado 24 de mayo
Gracias a Cannes se conocieron. Allí, en 1955, surgió la primera chispa de la que sería llamada “la boda del siglo”, entre la actriz Grace Kelly y su futuro marido, el príncipe Rainiero III de Mónaco. Y sin embargo ahora La Croisette se convierte en escenario de un desenlace real, entre la familia Grimaldi y el festival. Cannes inaugura este miércoles su 67ª edición con la proyección de Grace de Monaco, en la que el director francés Olivier Dahan reconstruye un 1962 crítico para Kelly, entre sus obligaciones como princesa y la última propuesta de Hitchcock de volver al cine. Y la familia real de Monaco no solo no acudirá a La Croisette sino que lleva un año criticando la película por “escaso rigor histórico y excesiva glamurización”.
“La familia del principado no quiere ser asociada de ninguna manera con la película, que no refleja la realidad, y lamenta que su historia haya sido tergiversada por fines puramente comerciales”, reza entre otras quejas un comunicado de la semana pasada de Alberto, Carolina y Estefanía, los tres hijos de Rainiero III y Grace Kelly. Y precisamente la acusación de modificar la historia es la que ha hecho que Dahan declarara el lunes que se siente “insultado” por los reales.
Los Grimaldi, que en realidad vienen atacando el filme ya desde enero de 2013, lamentan también que sus observaciones no hayan sido tenidas en consideración. En respuesta a un correo electrónico de este periódico, el principado rechazó conceder entrevistas con miembros de la casa real y remitió al comunicado.
La película mete a Nicole Kidman en la piel de la mítica actriz y princesa en una encrucijada clave de su existencia: era 1962 y, por un lado, el principado peleaba con Francia y el general De Gaulle, indignado por todos los franceses que movían su residencia al minúsculo paraíso fiscal. Por otro, Kelly, retirada del cine desde hacía años, recibió el guion de Marnie, el intento definitivo de Alfred Hitchcock de devolver a la pantalla a su musa, con la que había rodado Crimen perfecto, La ventana indiscreta y Atrapa a un ladrón. Rainiero, que se había opuesto en otras ocasiones a su regreso ante las cámaras, dio su visto bueno, pero ministros y habitantes de Monaco se opusieron hasta el punto de llevar a Kelly a declinar la oferta del maestro del terror.
Dahan, ya autor de La vida en rosa, pluripremiado biopic de Edith Piaf, declaró a Le parisien que la reacción de los reales le parece “un poco desproporcionada” y que los Grimaldi han ido recibiendo varias versiones del guion y “sugerido modificaciones”, algunas de las cuales sí se habrían adoptado.
Un trabajador que participó durante dos meses en la recreación del apartamento de la pareja real se muestra entre sorprendido y divertido por la reacción de la familia. Y desvela una anécdota curiosa: “El equipo del filme fue al palacio de los Grimaldi para grabar directamente allí también los interiores. Pero lo descartaron porque les pareció demasiado echado a perder. Tanto que reconstruimos sus 300 metros cuadrados en Amberes”. El mismo empleado relata que, a finales de 2012, producción y familia real habían alcanzado aparentemente un acuerdo, que luego, evidentemente, debió de torcerse. “Es una representación de Rainiero y Grace que no es fiel, es novelada”, subraya.
Curiosamente, hay un punto en el que la familia real, Dahan y hasta Kidman coinciden. “En ningún caso puede ser considerado un biopic”, subrayan Alberto, Carolina y Estefanía en su comunicado. Y lo mismo han declarado tanto el cineasta como la actriz en varias entrevistas. “No soy ni un historiador ni un periodista y no he hecho una película biográfica. Es cine”, ha asegurado Dahan. Kidman ha ido más allá y ha defendido que entiende las quejas de los reales ya que forma parte del trabajo de los hijos “proteger a los padres”.
Proteger a su película es, en cambio, la tarea que le ha tocado a Dahan. Porque al fuego real se le añaden meses de disparos –supuestamente- amigos. Harvey Weinstein, el todopoderoso distribuidor estadounidense de Grace de Monaco, ha retrasado una y otra vez el estreno de la película (inicialmente previsto para mediados de 2013) ya que, a su modo de ver, no podía lanzarse tal y como estaba. De ahí que llevara a cabo un corta y pega que marcó el comienzo del conflicto con Dahan y Pierre-Ange Le Pogam, productor del filme. “Queríamos mostrar una situación real de crisis entre Grace Kelly y su marido mientras que él quiere un cuento de hadas”, denunció Le Pogam a Le parisien.
El cineasta fue menos diplomático aún y, hablando con Libération, tachó de “pila de mierda” y de “catastrófica” la versión de Weinstein. Entre tantas polémicas, la película fue siguiendo su recorrido de ahí que esté vendida ya a varios países y sin embargo aún se desconozca su futuro en Estados Unidos. Weinstein intentó vender sus derechos a otra distribuidora y quiso bajarse del barco, según publicó Variety, pero finalmente abandonó la tentación. Pero queda por ver cómo se estrenará Grace de Monaco en EE UU. En Cannes, en cambio, tienen las decisiones ya tomadas. Lo dejó bien claro el responsable del certamen, Thierry Frémaux: “Se verá la versión del director, la única que existe”.
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