Hemingway y Hollywood regresan a Cuba
'Papa' se ha convertido en la primera película estadounidense filmada en la isla en 55 años
Para el momento de su muerte –en Los Ángeles, el 3 de febrero de 2006, a causa de un cáncer de pulmón--, el escritor y periodista estadounidense Denne Bart Peticler estaba trabajando en la producción de un guión cinematográfico sobre la amistad que desde finales de 1950 le unió al escritor Ernest Hemingway, y que tituló Papa. En marzo de 2014, Papa se ha convertido en la primera película de Hollywood filmada en Cuba en los últimos 55 años, desde el triunfo de la revolución.
Papa y su director, Bob Yari, han conseguido lo que otras cintas y sus directores –Francis Ford Coppola, Steven Sodebergh, Ronald Donaldson y Sydney Pollack, entre otros- no pudieron. Por tratarse de un documental, el rodaje logró sortear algunas de las restricciones que imponen las leyes del embargo contra La Habana, vigentes desde la década de 1960, y que impiden a las empresas y ciudadanos de Estados Unidos establecer tratos comerciales o llevar su dinero a la isla. También por primera vez, desde 1959, el Gobierno de La Habana accedió a que algunos espacios vedados para el público fuesen usados como localiciones.
“Para mí era vital hacer la película en Cuba, donde sucedió todo lo que está en el guión, donde está la finca en que vivió (Ernest Hemingway), donde estaban su bote y todos los sitios, desde el castillo del Morro hasta Cojimar, donde pescaba. Todo está aquí. Tratar de duplicarlas en otro lado no era nada atractivo”, ha dicho el director Bob Yari a la agencia de noticias Associated Press, tras concluir hace una semana la grabación. “Hemingway fue probablemente el estadounidense más prominente que se radicó en Cuba y creo que los cubanos de hoy lo siguen queriendo y admirando. Esperemos que esta cinta se sume a las cosas que ayudan a acortar la brecha entre las culturas y los dos pueblos”, agregó Yari.
Nuestro hombre en La Habana, basada en el libro homónimo del escritor inglés Graham Greene y dirigida por Carol Reed bajo la mirada del propio Greene, fue la última cinta que Hollywood realizó en la isla, en 1959. En 1967, Greene intentó sin éxito repetir la hazaña y rodar allí algunas de las escenas de Los comediantes, un drama que transcurre en Haití bajo la dictadura de François Duvalier, y que por razones políticas –la negativa del duvalierismo, el embargo—terminó siendo grabada en Dahomey, África, actual República de Benín.
Entre marzo y mayo de este año, Papa ha logrado revisitar algunos de esos lugares que el cine estadounidense añora: el Gran Teatro de La Habana, el antiguo Palacio de Gobierno o la villa de Cojimar. El Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) ha accedido incluso a que el equipo de Bob Yari entre con sus cámaras a la Finca Vigía, la casa donde vivió y escribió Hemingway entre 1939 y 1960, convertida en museo por el Gobierno cubano, pero cerrada al público.
La filmación, sin embargo, no ha estado exenta de polémicas y dificultades. En febrero pasado, la actriz Sharon Stone, que encarnaría a la esposa de Hemingway, entabló una demanda contra Yari, alegando que recibió presiones del director y productor para que le mintiese al Gobierno de Estados Unidos en cuanto al propósito de su viaje a Cuba. Stone fue reemplazada en el reparto por la actriz inglesa Joely Richardson, quien también ha comentado a la prensa los obstáculos que el rodaje debió enfrentar: “Fue algo caótico. Todos los días un drama nuevo”. El actor Adrian Sparks es quien interpreta, una vez más, el rol de Hemingway, mientras que Giovanni Ribisi hace del periodista –y autor del guión—Denne Bart Peticlerc.
Aún antes de que fuesen aprobadas las leyes del embargo, grabar la versión de El viejo y el mar en 1958, en la villa de Cojimar y otras locaciones cubanas, fue una tarea llena de tropiezos para el director John Sturges. “El rodaje fue accidentado pues no pudieron pescar una aguja, como requería el filme. El equipo de realización se marchó a la costa peruana con el objetivo de capturar esa especie y tampoco tuvo éxito”, recuerda Jorge Smith Mesa en un artículo publicado por la revista Cubarte el 7 de febrero de 2011. Cuba, sin embargo, siguió presente durante las últimas cinco décadas en la filmografía de Hollywood: en media decena de representaciones de la crisis de los misiles de 1962, en los guiños de los diálogos de Oliver Stone –desde Wall Street hasta JFK--, en el ron, la música y los habanos. Pero los casinos, el malecón y las calles de La Habana que la meca del cine estadounidense ha mostrado en sus pantallas en el transcurso de estos años, eran en realidad las de Santo Domingo, de Cayo Hueso y de ciudades sucedáneas.
Babelia
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