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A vueltas con lo de la radiografía del cine español

Hoy arranca la 17ª edición del festival de Málaga con la proyección de 'No llores, vuela', de Claudia Llosa

g. b.
Uno de los retratos de la exposición '60 segundos en el Festival de Málaga' instalada en calle Larios de Málaga para el certamen.
Uno de los retratos de la exposición '60 segundos en el Festival de Málaga' instalada en calle Larios de Málaga para el certamen.daniel pérez (efe)

Cuando llega la primavera, comienza el festival de Málaga. Y en esta ocasión, coinciden las fechas: 21 de marzo para ambas. En Málaga se inicia la 17ª edición de su certamen de cine español, y desde la misma organización, por boca de su director, Juan Antonio Vigar, insisten en la manida imagen de radiografía del cine patrio: "Nos gusta la foto fija del cine español que ha quedado, un equilibrio entre gente con experiencia, con carrera y con una trayectoria y nombre y otros más nuevos, con una interesantísima mirada, más contemporánea e indagadora". Y junto a eso, "desde el punto de vista de la creatividad, el cine español vive un gran momento".

Sí pero no. Y necesita su explicación. Hace unos meses desde la Berlinale trasladaban su tristeza porque no había películas españolas disponibles para el certamen, el primero de categoría A del año. Se contaban con los dedos de la mano. De Cannes tampoco llegan buenas noticias: las principales esperanzas recaen en Isabel Coixet, Carlos Vermut con Magical girl y Jaime Rosales... si acelerara su montaje. También hay que alimentar a los festivales de San Sebastián, Sitges y a la Seminci de Valladolid, plantearse si merece visitar Venecia... y por supuesto puedes optar por un lanzamiento estadounidense como Open windows, de Nacho Vigalondo en el South by Southwest (SXSW). Así que a Málaga la ubre de la industria del cine español llega bastante seca. Producto hay, pero no todo de buena calidad. Y para eso sí sirve el certamen: para darnos cuenta que aunque haya creatividad lo que no hay es películas, que la industria pasa momentos difíciles (aunque los últimos rodajes parecen anunciar "brotes verdes" para 2015)

Como es lógico, en Málaga, para alimentar su sección Oficial recuperan películas que hayan pasado hace poco por festivales recientes. Ahí están la inauguración con No llores, vuela, de Claudia Llosa -concursó en Berlín-; la clausura con Una noche en el viejo México, de Emilio Aragón -estrenada en el SXSW-, y la participación de Amor en su punto, de Teresa de Pelegrí y Dominic Harari (que también se proyectó en la Berlinale). Por cierto, su protagonista, Leonor Watling, y Juan Diego Botto presentan la gala de inauguración de esta noche.

Así que en las 15 películas de la sección Oficial hay cinco óperas primas, dos de ellas -Kamikaze y Todos están muertos- acompañadas de cierto runrún mediático. Kamikaze, de Álex Pina, porque su director es un veterano de la industria, y porque la película cuenta con el respaldo de Antena 3, la televisión que está detrás del festival; y Todos están muertos, de Beatriz Sanchís, porque en los pases previos se habla maravillas del trabajo de su protagonista, Elena Anaya.

En la sección Oficial hay más películas a considerar: Jorge Torregrosa estrena por fin La vida inesperada, su rodaje neoyorquino con Javier Cámara y Raúl Arévalo en un guion de Elvira Lindo; Anochece en la India, de Chema Rodríguez, porque Juan Diego se lanza con ella a por el Goya; Por un puñado de besos, de David Menkes, porque su director llevaba un tiempo sin rodar, y Carmina y amén, de Paco León, porque es el continuación del fenómeno Carmina o revienta.

Del resto habrá que ver: ¿quién se podía imaginar -más allá de sus autores- de Stockholm? Y en las otras secciones, con ZonaZine a la cabeza, ocurre lo mismo: ¿quién podía intuir en la pasada edición de la grandeza de Ilusos, de Daniel Castro? En los documentales pasa igual: la nueva hornada trae un poco de todo: habrá que espigar y disfrutar.

Curiosamente, Málaga es un certamen en el que la industria catalana muestra sus últimos filmes... y es la ventana que suele escoger la productora El Terrat para estrenar sus productos. En esta ocasión el mismo Andreu Buenafuente llega con un documental, El culo del mundo, una reflexión sobre qué hace que los cómicos sean cómicos filmada durante el tiempo en el que él mismo estuvo sin programa de televisión, hecho que marca todo el metraje.

¿Los homenajes? A la actriz Maribel Verdú (Premio Málaga a su trayectoria); al director artístico Gil Parrondo (Premio Ricardo Franco a su carrera), al director Pablo Berger (Premio Eloy de la Iglesia en reconocimiento a su peculiar cinematografía) y al actor José Sacristán recibirá el Premio Retrospectiva. Todos justos homenaje.

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Sobre la firma

g. b.
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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