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OBITUARIO

Franny Beecher, guitarrista de Bill Haley and the Comets

Músico de jazz, convirtió el ‘rock and roll’ en su modo de vida durante medio siglo

Diego A. Manrique
El guitarrista Franny Beecher, en un concierto en 2005 en Nueva York
El guitarrista Franny Beecher, en un concierto en 2005 en Nueva YorkADAM ROUNTREE (AP)

Las revoluciones colocan a personajes inesperados en situaciones imposibles. En 1917, el Palacio de Invierno de Petrogado estaba defendido por un batallón de mujeres. Reconociendo la inutilidad de su sacrificio, no dispararon a los atacantes bolcheviques, pero, de haberlo hecho, la Revolución de Octubre habría comenzado de forma escasamente heroica. Igual de improbable fue el protagonismo rockero de Bill Haley o de Franny Beecher, su guitarrista durante la época gloriosa. Beecher no daba el tipo: era incluso mayor que Haley, tocaba jazz y llegó a los Comets de casualidad. Fue su pasaporte a la longevidad profesional: Beecher murió el pasado 24 de febrero, con 92 años.

Repitamos lo obvio: Bill Haley no fue un innovador ni estaba especialmente dotado, pero, al frente de The Comets, puso en marcha la revolución del rock and roll. Por aquel entonces, Franny se sentía musicalmente lejano: era un jazzman con buena reputación. Bajo su nombre legal (Francis Beecher), había formado parte de la orquesta de Benny Goodman. Profesional polivalente, puede que prefiriera los acordes del swing y el be-bop, pero se adaptó a las perentorias necesidades de Bill Haley.

En los directos, Haley funcionaba como guitarrista, aunque —como rémora de sus orígenes vaqueros— también daba protagonismo a la steel guitar de Billy Williamson. Hasta 1953, Haley dudó entre cultivar el country o potenciar lo que él denominaba boogie. La reacción de la radio a favor de los temas rápidos decidió por él, antes incluso de que Rock around the clock despegara universalmente gracias a su inclusión en un drama de Hollywood, Semilla de maldad (1955).

Era una 'jazzman'  con gran

El nuevo ritmo, sin embargo, le exigía moverse y alguien debía tocar guitarra cortante, volar con las cuerdas; Haley contrató en 1955 a Franny por una cantidad respetable (175 dólares a la semana, gastos aparte). Aparte de tener dedos, era un tipo risueño que se prestaba a hacer voces agudas; suya es la vocecilla infantil que abre See you later alligator.

Nacido en Norristown (Pensilvania) el 29 de septiembre de 1921, Beecher no había sido la primera elección de Haley. Las fluidas guitarras de Rock around the clock, Thirteen women o Shake, rattle and rock habían sido grabadas por uno de los músicos de alquiler más valorados de Filadelfia, Danny Cedrone; para ser un italoamericano, asombraba por su dominio de trucos del blues. Pero Cedrone no llegó a incorporarse a los Comets: falleció en un accidente estúpido en 1954. Beecher supo desarrollar sus hallazgos y dar espectáculo: brillaba en el escenario y la compañía Gibson le regaló su modelo Les Paul.

Inspiró a músicos interesados

Tras abrir las puertas, Bill Haley inmediatamente fue arrollado por artistas más jóvenes y salvajes, que sí entendían las claves secretas de aquella revolución. Eclipsado en su país, Haley se ganó la vida en Europa, Australia y México. Beecher le acompañó en estas aventuras hasta principios de los sesenta, grabando simultáneamente con grupos fantasma, como los Kingsmen, los Lifeguards o los Merri-Men. Solo en épocas recientes se enteraron de que habían estado bajo la vigilancia del FBI: su director sospechaba, como era su costumbre, que allí había una conspiración comunista.

En realidad, lo único anormal era la fragilidad de Haley: aparte de estar medio ciego, cayó en el alcoholismo y sufrió crecientes problemas mentales. Aunque nunca le faltaron los contratos, Haley no estaba preparado física o culturalmente para beneficiarse del revival de su música a partir de los años setenta. Sí lo hicieron Beecher y varios de los Comets originales, que mantuvieron la marca después de la muerte temprana de su líder, en 1981.

Franny Beecher no alcanzó el estatus de leyenda que adquirieron otros coetáneos, como James Burton, Cliff Gallup o Scotty Moore. Pero los connoisseurs valoran su aportación. Entrevistado por la BBC Radio a principios de los ochenta, Jimmy Page le señaló como inspiración para los guitarristas de pelos largos que apostaron por recuperar las raíces jazz y country del rock.

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