Bernard Haitink abandona la Orquesta del Concertgebouw
El director holandés, que cumple 85 años, lamenta que la gerencia de Ámsterdam le olvidara durante la celebración del 125º aniversario
Bernard Haitink abandona la Orquesta del Concertgebouw de Ámsterdam de la peor manera. Después de una colaboración de cuatro décadas, el músico holandés se siente “ignorado y humillado por la gerencia de la sala”, que no le incluyó en las celebraciones de su 125º aniversario. “Siento no ser lo bastante grande como para poder olvidar el desdén. Dieron la sensación de que yo no les importaba nada”, dijo ayer al anunciar que no pensaba dirigir nunca más al famoso conjunto.
En unas declaraciones efectuadas al rotativo Het Parool, Haitink subrayó que su relación con los músicos es excelente, pero que no puede seguir adelante. “Me dicen que no dirijo a unos gestores, sino a ellos, y es cierto. Aunque si falla la comunicación, todo se acaba”, añadió. Director titular entre 1961 y 1988, Hatink está tan dolido que incluso ha intentado devolver, sin éxito, el título de director honorario, recibido en 1999. La dirección del Concertgebouw señala, sin embargo, que no tiene ningún problema con el músico. Aseguran que sí hubo contactos para posibles conciertos y algo más: “Otros directores hicieron filigranas para que pudiera actuar, sin respuesta por su parte”, dicen.
El prestigioso director, que cumple este miércoles 85 años, debutó en 1956 en Ámsterdam sustituyendo a otro grande, Carlo Maria Giulini. Nombrado director principal en 1961, sus numerosas grabaciones clásicas para sellos discográficos como Philips, Decca y EMI, así como frecuentes giras, afianzaron la reputación de la orquesta. La acústica de la sala de conciertos es venerada. Él ofreció al publico su forma de entender a compositores como Beethoven, Brahms, Schumann y Tchaikovsky. También a Bruckner, Shostakovich, Vaughan Williams y, sobre todo, Mahler.
A principios de los años ochenta, cuando el Gobierno holandés planeó un recorte presupuestario que podría haber dejado en la calle a 23 músicos, Haitink amagó con marcharse de la orquesta. El asunto se resolvió sin despidos, y en 1999 fue nombrado director honorario. En los últimos años ha dirigido desde la London Philarmonic Orchestra hasta las formaciones sinfónicas de Boston y Chicago. Una ilustre trayectoria que merecía, según la opinión del músico, mayor visibilidad durante los festejos del 125º aniversario.
Babelia
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