Entre la vida y los sueños

Han pasado ocho años desde su anterior película, Vida y color. “Dice la leyenda que es más difícil la segunda peli que la primera, y me suena a cierto”, cuenta Santiago Tabernero (Logroño, 1961), que inmediatamente apostilla: “Pero yo no soy cineasta, sino trabajador de Televisión Española, y he podido enlazar, con gran suerte, proyectos televisivos muy autorales [su último programa ha sido Torres y Reyes], y eso me quitaba la ansiedad perentoria de dirigir”. Además, confiesa, tiene escrito otro guion “mucho más caro, de mayor producción, de 10 millones de euros, y yo no tengo ningún aval como para que un productor confíe ese dinero en mí”. Y así surgió Presentimientos, que se estrena hoy, la segunda película como director de Tabernero.

Presentimientos se basa en la novela homónima de Clara Sánchez. “Es muy buena amiga, ella me pasó las galeradas y pensé inmediatamente que allí había una película, primero, y que lograba, después, que cualquiera pudiera sentirse identificado en lo que se cuenta sobre la relación de pareja. Encima tenía estructura de thriller y contenía una sofisticadísima dialéctica entre el mundo real y el soñado. Me parecía un reto, que solo podía afrontar acompañado de otro amigo, Eduardo”. Porque su protagonista, Eduardo Noriega, es también coguionista del filme. “Muchas veces los actores se acercan a los directores pidiendo datos de sus personajes que nosotros no sabemos. Porque los intérpretes se dedican al monocultivo de su papel. Eduardo va más allá y cada vez que hablábamos me contaba su cuitas, y me gustaba cómo velaba por los personajes. Sus análisis me fascinaban, y le avisé: ‘El día que encontremos el proyecto adecuado pondremos a prueba esa capacidad’. Y el momento llegó con Presentimientos”. Han estado cuatro años desde que empezaron la escritura del guion, puliendo, quitando y añadiendo personajes y momentos. En realidad, ¿no hizo eso para quitarse de en medio a Noriega en el rodaje? “[risas] Si me hubiera venido con preguntas durante la filmación… Ahora en serio, él fue muy disciplinado y se puso en mis manos en el rodaje. Vino ligero e improvisó cuando era necesario. Hay varias secuencias hechas a la primera”.

¿Y qué opina la autora? “Eduardo y yo hicimos las dos primeras versiones cotejando en todo momento lo escrito con las soluciones de la novela. A partir de la tercera, tuvimos claro que para ser fieles al corazón de la novela debíamos olvidarnos de ella. Se lo seguimos enviando a Clara, y ella misma nos dijo que no hacía falta, que siguiéramos nuestro camino. Los tres hemos acabados convencidos sobre esa fidelidad”.

Presentimientos cuenta la historia de un matrimonio con un bebé de vacaciones. Cuando Julia (Marta Etura) sale a comprar pañales, sufre un accidente de tráfico y se queda en coma. A partir de ahí el espectador asiste a dos historias que se entrecruzan: los sufrimientos que vive Julia en el mundo onírico, y los descubrimientos que hace sobre ella su marido, Félix (Eduardo Noriega), mientras la cuida en el hospital. Otros posibles amores y otros personajes están interpretados por Irene Escolar y Alfonso Bassave ¿Dos mundos interrelacionados, sueños y realidad enlazados? David Lynch. “La referencia ya estaba en la novela. Pocos directores como él han trabajado con tanta libertad y rompiendo las leyes de la lógica en lo onírico y lo palpable. Creo que quien vea la película comprenderá que adoro Mulholland Drive, Twin peaks, Terciopelo azul…”. En la novela ya estaba ese club de los corazones rotos, donde se escuchan viejas baladas de amor [en la película, la interpreta Russian Red], donde se cumplen los deseos. “Sí, y efectivamente eso es lynchiano. Por supuesto no me quiero comparar con él, por favor, pero Lynch ronda toda la película. Hay dos mundos paralelos en Presentimientos, que no se cruzan... o sí”.