Las fundaciones acuden al rescate del museo de Detroit
Instituciones y particulares donan 330 millones de dólares al fondo de pensiones de la ciudad para evitar que las obras de arte se vendan para afrontar la quiebra
“¿Sería posible que las fundaciones de este país pudieran poner en común algunos cientos de millones de dólares para asegurar parte de las pensiones de Detroit y evitar que su museo de arte tenga que vender parte de sus tesoros para hacer frente a las mismas?”. Esta es la pregunta con la que el juez Gerald Rosen, el encargado de supervisar la quiebra de la ciudad de Michigan, sorprendió, en una fría tarde de noviembre del año pasado, a los asistentes a una reunión que el magistrado había convocado para abordar la incertidumbre en la que, desde julio, se había sumido la localidad, incapaz de hacer frente a una deuda de 18.000 millones de dólares. Lo que pareció una idea peregrina ha ido cobrando forma desde entonces y, este lunes, Rosen anunciaba que un grupo de nueve fundaciones y varios particulares habían acordado donar 330 millones de dólares para salvar la colección del Instituto de Arte de Detroit (DIA).
Rosen se refirió al compromiso alcanzado por las fundaciones como “un esfuerzo extraordinario y sin precedentes”. La iniciativa liderada por entidades estatales y nacionales como la Ford Foundation, la Kresge Foundation, la Knight Foundation y la Community Foundation for Southeast Michigan, pretende ser, de acuerdo con las explicaciones ofrecidas a EL PAÍS desde esta última institución, el punto de partida para un acuerdo mucho mayor en el que se involucren otras fundaciones y empresas privadas, donantes particulares y el propio Estado de Michigan.
Aunque otros millonarios, como Warren Buffet, han anunciado fuertes inversiones para ayudar a Detroit a afrontar su bancarrota, el compromiso de las fundaciones es, hasta el momento, el esfuerzo económico más relevante llevado a cabo para aliviar la quiebra de la localidad y preservar una colección de arte que ha estado en el punto de mira desde que las autoridades municipales, de las que depende el DIA, se declararon insolventes.
Pese a todo, la cantidad aportada por las fundaciones no es suficiente para eliminar de manera definitiva la amenaza de una subasta de las obras de arte del museo de la localidad. A finales de año, la casa de subastas Christie’s estimó en entre 454 millones y 867 millones de dólares el valor que podrían adquirir en el mercado alrededor de 2.770 de las 66.000 piezas que conforman la colección del DIA -el 5% que, por haber sido adquirido con fondos públicos municipales, encontraría menos dificultades para ser vendidas-, una cantidad ostensiblemente baja, teniendo cuenta que entre las obras se encuentran cuadros de Brueguel, Van Gogh o Rembrandt, y que un grupo de acreedores ha pedido al juez que sea revisada por una institución independiente-.
Rosen estima que sería necesario alcanzar los 500 millones de dólares para garantizar la preservación del museo de la ciudad. “No se trata de un acuerdo cerrado. Se trata de un comienzo bastante generoso”, señaló el lunes Alberto Ibargüen, presidente de la Knight Foundation, una de las que integran el comité encargado de buscar más fondos.
La iniciativa obligaría al DIA a depender de una institución independiente y dejar de estar sometida a la dirección de la ciudad, lo que le evitaría tener que sufrir los embates económicos a los que Detroit se ha visto sometida en múltiples ocasiones y que también se han dejado sentir a lo largo de la historia del museo. Los responsables del mism, han recibido con entusiasmo el compromiso de las fundaciones. “El DIA está dispuesto a facilitar el marco adecuado para que este acuerdo progrese a la mayor brevedad”, ha señalado la pinacoteca en un comunicado en el que instaba a los intersados a contribuir económicamente en el fondo creado por las fundaciones.
La donación de las fundaciones ha colocado la pelota en el tejado del Gobierno estatal. Cada vez son más la voces a favor de que el Estado de Michigan contribuya con dinero público a su fondo para poner a salvo la colección del DIA. Sin embargo, para los legisladores estatales el recorte de impuestos y la discusión del presupuesto son problemas más acuciantes que salvar al museo. “En la guerra de prioridades, esta batalla aún no se ha llevado a la mesa”, ha reconocido el presidente del Comité de Presupuesto del Senado de Michigan.
La propuesta de las fundaciones ha disgustado a otros acreedores que consideran que se con ella se privilegia a los pensionistas sobre otros demandates que también quieren cobrar sus deudas. El mismo responsable de gestionar la bancarrota, Kevyn Orr, no ocultó este lunes su suspicacias hacia esta iniciativa. “Hay muchos asuntos pendientes entre la ciudad, sus acreedores y los inversores que deben solventarse antes de poner fin a la protección federal que nos garantiza los servicios esenciales para los 700.000 habitantes de Detroit”, señaló en un comunicado tras anunciarse el acuerdo de las fundaciones.
Desde que Detroit se declaró en bancarrota, el destino de la colección del DIA ha estado bajo la espada de Damocles, haciendo muy difícil explicar por qué la preservación de un tesoro artístico parece más importante que el futuro de las pensiones de sus ciudadanos. La iniciativa de las fundaciones pretende poner fin a ese debate envenenado.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.