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“No” a la tarifa común en los cines

Exhibidores y distribuidores propusieron una tarifa de entre 3 y 4 euros un día por semana La Comisión Nacional de Mercados y Competencia lo rechazó por "concertación de precios" Finalmente, el sector anuncia un precio de entre 3,90 y 5 euros los miércoles durante tres meses

Largas colas de espectadores en la Fiesta del Cine.
Largas colas de espectadores en la Fiesta del Cine.Carlos Rosillo

La carrera para reducir el precio del cine y recuperar a los (infinitos) espectadores perdidos se acelera. Se acelera, eso sí, en ausencia del más mínimo esfuerzo de la Administración, en el mejor de los casos incapaz y en el peor de ellos, reacia, a emprender medidas encaminadas a que el espectador retome el camino de las salas. Productores y exhibidores anunciaron ayer una nueva oferta, esta vez con carácter semanal, para intentar reanimar la desmayada taquilla. Todos los miércoles a partir del próximo 15 de enero y hasta el 15 de abril (excepto festivos) las más de 300 salas asociadas a la promoción venderán entradas a un precio de entre 3,90 y 5 euros. El coste definitivo, a diferencia de iniciativas anteriores, lo fijará cada sala de forma independiente.

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Se trata, sin embargo de una fórmula a la baja en relación a lo que los exhibidores y distribuidores españoles perseguían de verdad como vitamina para la taquilla: establecer un precio único —de entre 3 y 4 euros— un día a la semana, y que se adhirieran a él los exhibidores que lo consideraran conveniente. Pero hace unas dos semanas los representantes del sector se toparon con un innegociable “no” por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), cuyos responsables les advirtieron de manera tajante: imposible concertar precios al ser un delito contemplado en el Código Penal.

Los negociadores de la industria del cine español trataron de convencer a los representantes de la Comisión de que hicieran una excepción, habida cuenta del estado catatónico de la asistencia a las salas. Pero el “no” se repitió, y en tono aún más tajante. Así que, finalmente, se ha llegado a esta fórmula anunciada ayer que podría considerarse como un Día del espectador reinventado, y cuyos efectos están por ver.

“Hemos tenido éxito con las propuestas anteriores, pero no sabemos cómo va a reaccionar el público esta vez”, comenta Borja de Benito, portavoz de la Federación de Cines de España, artífice de la promoción junto a productores y distribuidores. “Es una estrategia para ampliar el espectro de asistentes. Está el espectador cinéfilo, el de fin de semana, y el que solo va al cine con oferta. Es a este al que queremos llegar”, explica. La nueva promoción, que tiene buena parte de estrategia de comunicación según el portavoz, se complementará con dos Fiestas del Cine anuales para mantener el efecto novedad. Sin embargo, en la Federación aún no conocen la fecha ni el precio del ticket para la próxima edición de la Fiesta: “Somos muchos, hay que poner de acuerdo a muchísima gente...”.

El precio de la entrada base, eso sí, permanece intacto, como señala De Benito: “Esto es una promoción, un paso más para llamar la atención del espectador”. El objetivo: atraer de nuevo al público que acudió en masa el pasado octubre a la Fiesta del Cine, que durante tres días dejó los precios a menos de tres euros, apenas la mitad del coste normal de la entrada. Más de un millón y medio de espectadores, siete veces más que en los mismos días de la semana anterior, respondieron entonces a la llamada de las salas. Pero frente a aquel éxito pasajero —y fruto de una medida eminentemente eventual (de evento) se sitúa la cruda, persistente y creciente pérdida de público: en 2013 las salas de cine españolas recaudaron, según las previsiones de la auditora Rentrak, 507 millones de euros, 107 millones menos que el año anterior.

El paso al frente de los exhibidores llevaba barruntándose meses. El desmarque de las cadenas Cinesa y Yelmo del pasado noviembre parece haber acelerado el proceso. Las dos mayores cadenas españolas decidieron hacer una Fiesta del Cine en solitario, bajando las entradas en sus salas hasta los 3,50 euros durante tres días. Obtuvieron como respuesta el enfado del resto del sector del cine... y 300.000 entradas vendidas. Ahora, la industria lanza un nuevo globo sonda mientras mantiene los dedos cruzados.

Ir al cine y no morir en el intento

C.M.

Ir al cine a un precio más bajo de lo habitual es posible, pero exige una cuidada planificación. Estos son las entradas más baratas que pueden encontrarse en algunas de las principales cadenas:

  • Cinesa. Los espectadores que adquieran su tarjeta de fidelización (por un euro) pueden acudir al cine por siete euros de lunes a miércoles. Es lo mismo que cuesta la entrada para cualquier persona el día del espectador, también el miércoles. Por otra parte, cada semana se proyecta una película no de estreno (hasta el 9 de enero, Thor) por 3,60 euros.
  • Yelmo. La tarjeta de fidelización, gratuita, ofrece un 30% de descuento en todas las sesiones. Los socios menores de 25 años pueden comprar su entrada los lunes y los jueves a mitad de precio. Lunes y miércoles, el precio baja hasta los 7,30 euros.
  • Renoir. La tarjeta de fidelización cuesta 15 euros y permite acceder a cualquier sesión de lunes a viernes por seis. Los lunes, día del espectador, el precio baja también hasta los seis euros. A la entrada de cine acompaña un descuento que permite volver, antes de 10 días, por 5,50 euros.

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