Brasil, una parada obligada para artistas internacionales
Nuevos museos, bienales y eventos que convierten a Rio de Janeiro y Sao Paulo en escenarios indicados para los principales creadores del mundo
De la misma manera que la ciudad amazónica de Manaus se convirtió en los albores del siglo pasado en una de los polos económicos del planeta por donde pasaba la flor y nata del arte y el espectáculo, Río de Janeiro y Sao Paulo se confirman hoy como centros artísticos y culturales en auge. Las buenas perspectivas económicas que han impulsado a Brasil en los últimos años han tenido un impacto directo en su agenda cultural. Los grandes eventos previstos durante los próximos cuatro años (Copa del Mundo 2014 y Juegos Olímpicos 2016) han puesto al país en el radar de los grandes patrocinadores y de los principales circuitos artísticos y culturales. Un factor fundamental para entender esta explosión de consumo cultural en el gigante sudamericano es el vertiginoso aumento del poder adquisitivo de los brasileños, que hoy pagan por asistir a un buen espectáculo mucho más de lo que suele ser aceptable en Europa o Estados Unidos. Esto hace que Brasil se haya convertido de la noche a la mañana en un muy país atractivo para músicos y compañías de ópera, danza y teatro, que ven en él una gran oportunidad de hacer caja. Y parte de toda su oferta de espacios culturales y creaciones artísticas las muestra en el canal Arte1.
Un factor fundamental para entender esta explosión de consumo cultural en El gigante sudamericano es el vertiginoso aumento del poder adquisitivo de los brasileños, que hoy pagan por asistir a un buen espectáculo mucho más de lo que suele ser aceptable en Europa o Estados Unidos.
No hay gran gira internacional que no haga una parada en Sao Paulo o Río de Janeiro. Prueba de ello es la reciente celebración bianual del Rock in Río, el mayor festival de pop-rock del planeta que congrega a 85.000 personas diarias con un cartel que aglutina a lo más cotizado de la música comercial (en su última edición, Beyoncé, Bruce Springsteen, Bon Jovi, Metallica, entre otros). La cultura brasileña ha entrado en velocidad de crucero, con propuestas para todos los gustos y edades. En Río de Janeiro y Sao Paulo, por ejemplo, viene creciendo cada año el festival de jazz BMW, con un cartel reducido aunque minuciosamente seleccionado por los organizadores (este la edición 2013, Brad Mehldau, Esperanza Spalding, Joe Lovano o Pat Metheny).
En Río de Janeiro, la futura sede olímpica, proliferan los nuevos museos, como los recién inaugurados MAR (Museo de Arte de Río), en la revitalizada zona portuaria, o la Casa Daros, ambos con propuestas de altísimo nivel artístico. El MAR, con sus dos pabellones de estilos antagónicos, alberga 15.000 metros cuadrados de instalaciones dedicadas al arte brasileño y a temáticas relacionadas con la ciudad maravillosa. La Casa Daros (una filial de la Colección Daros Latinoamérica, con sede en Zurich) también abrió sus puertas en marzo de este año en el castizo barrio de Botafogo y contiene un extraordinario acervo de arte contemporáneo latinoamericano que se va renovando permanentemente con las 1.200 piezas pertenecientes a la institución suiza. El nuevo triángulo lo cerrará en 2015 el Museo del Mañana, firmado por Santiago Calatrava.
En Río de Janeiro, la futura sede olímpica, proliferan los nuevos museos, como los recién inaugurados MAR (Museo de Arte De Rio), en la revitalizada zona portuaria, o la Casa Daros
Tras años de tribulaciones y polémicas de sobrefacturación, se inauguró a principios de este año la Ciudad de las Artes en plena arteria principal de Barra de Tijuca, también en Río. Se trata de un impresionante complejo de auditorios, salas de cine, exposiciones y teatro diseñado por el arquitecto francés Christian de Portzamparc. De esta manera, la ciudad más turística del país le planta cara a la megalópolis paulista, donde en las últimas décadas se ha concentrado la agenda cultural más sólida de Brasil. Allí, precisamente, se realiza la Bienal de Arte que se ha convertido en una de las más importantes del mundo.
Babelia
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