Kongar-ol Ondar, maestro del canto gutural
El artista siberiano revitalizó esta ancestral música
Se cumplen 20 años desde que Kongar-ol Ondar recorrió por primera vez el Colorado Boulevard de Pasadena con motivo de la Rose Parade. Y en enero pasado fue invitado por la organización del desfile para viajar de nuevo de Tuvá a California. Se le ha podido ver en programas nocturnos de televisión como los de David Letterman y Chevy Chase o en comedias como Big Bang Theory y se le puede escuchar en las bandas sonoras de películas de Hollywood como El fin de los días, de Peter Hyams, o en el disco Live at the Quick, de Béla Fleck and the Flecktones. También grabó con Frank Zappa, Mickey Hart y el Kronos Quartet mientras iba publicando sus propios trabajos: en 1995 Genghis blues; en 1996 Echoes of Tuva y, en 1999, con invitados como Willie Nelson, Back Tuva future. Participó en Genghis blues, documental de 1999 nominado al Oscar, que narra la historia de un músico ciego de blues que viaja hasta Tuvá para aprender la técnica del canto gutural. Ondar actuaba con la indumentaria tradicional: sombrero puntiagudo, túnica de seda y botas con los dedos hacia arriba. Así ataviado se presentó en la ceremonia de entrega de los Oscar.
Kongar-ol Ondar, fallecido el pasado 25 de julio, a los 51 años, tras una operación de urgencia por una hemorragia cerebral, era un maestro del canto gutural característico de Tuvá, un territorio con unos 300.000 habitantes, miembro de la Federación Rusa, situado al extremo sur de Siberia y al norte de Mongolia, con la que le unen muchos lazos culturales. Se había convertido en el mejor embajador de una cultura prácticamente desconocida en Occidente hasta hace unas décadas y de un canto que casi se había extinguido bajo el dominio soviético, cuyos jerarcas estaban empeñados a toda costa en modernizar a aquellas gentes de Asia Central.
Ondar revitalizó el ancestral khoomei, un tipo de canto gutural que se da entre los pastores de las estepas tuvanas y mongolas. El diccionario de la Real Academia Española define como gutural aquel sonido que se articula tocando el dorso de la lengua con la parte posterior del velo del paladar o acercándose a él formando una estrechez por la que pasa el aire espirado. En la revista estadounidense Newsweek, de marzo de 2006, se explicaba de forma elocuente: “Imagínese a una gaita humana, una persona capaz de emitir una nota baja sostenida mientras silba una extraña melodía. Además, se oye un zumbido rítmico parecido al del arpa de boca, pero producido vocalmente por la misma persona al mismo tiempo”.
Fundó el Tuva Ensemble y fue director artístico del grupo Alash. También fue miembro del parlamento y, durante la era soviética —la URSS se apoderó de Tuvá en 1944—, pasó varios años en un penal por un delito que habría cometido otra persona. Varios lustros después tuvo que cantar ante los presidentes rusos Yeltsin, Putin y Medvédev. Y contaba Kongar-ol Ondar que, cantando para Boris Yeltsin, en 1994, se asustó cuando vio a aquel hombretón levantarse de repente de su silla y abalanzarse sobre él. Falsa alarma: el mandamás solo quería observar de cerca la boca de Ondar para intentar descubrir el truco.
Babelia
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