Arranca un FIB renqueante en una aliviada Benicàssim

Esta tarde echará a andar oficialmente la 19ª edición del FIB de Benicàssim. Un certamen que se ha asomado al abismo en los últimos días al no poder hacer frente al pago a los proveedores que debían montar los escenarios y toda la infraestructura del evento. Finalmente, tras la inversión y compra del 65% del evento por parte de dos nuevos socios británicos, el FIB podrá celebrarse. Sin embargo, las malas noticias, cuentan los comerciantes de Benicàssim han ahuyentado a una parte importante de los fibers que cada año se acercan hasta el pueblo castellonense. Se esperan entre 25.000 y 30.000 espectadores diarios de media. Unos 15.000 menos que cada una de las jornadas de la edición anterior.

“Se nota muchísimo. Ha habido muchísimas cancelaciones. Pero es normal, yo también lo hubiera hecho lo mismo si hubiera leído en la prensa lo que ha salido”, explica el director de un hotel del paseo marítimo del pueblo. Y es verdad que, pese a ser todavía pronto para evaluarlo, se ven menos adolescentes británicos campando (y acampando) por Benicàssim. Pese a todo, se respira un gran alivio desde que se conoció la confirmación de su celebración. “Aún así, este año han venido menos y regatean todo. Como si estuvieran en Marruecos”, dice el encargado de uno de los restaurantes de la playa del Torreón.

Porque hasta no hace tanto, El FIB tenía una repercusión directa sobre la población de Benicàssim de unos 18 millones de euros, según un estudio contratado por la propia empresa organizadora en 2011. “Pero estos chicos ya hacen más gasto en el Mercadona, que en los restaurantes”, explica el encargado de les Barraques, uno de los restaurantes de Benicàssim que ya hacen más negocio con el Rototom, el festival de Reggae que se celebra en agosto en el mismo recinto.

El problema surgió cuando Maraworld, la empresa que gestiona el FIB, presentó el pasado febrero un concurso voluntario de acreedores, y un juzgado de Madrid nombró a un administrador concursal que tenía que dar el visto bueno a los pagos a proveedores y acreedores. Pero no había un duro en la caja. Y Vince Power tuvo que vender -dio la sensación que a la desesperada al ver que los operarios se negaban a comenzar el montaje- el 65% de festival a las promotoras del irlandés Denis Desmond y del británico Simon Moran SJM Concerts. Nadie sabe qué sucederá el año que viene pero, visto el desembolso, no tendría ningún sentido que el festival desapareciese.

Esta noche, los estadounidenses Queens of the Stone Age, Beach House y el español John Talabot serán los encargados de despejar a través de la música todos los malos augurios que se ciernes sobre el festival. Para el resto de estas cuatro jornadas de FIB, el reclamo musical del certamen serán Primal Scream, Beady Eye, Arctic Monkeys, The Killers o Azealia Banks.