Enamorarse es despreciable
‘Gru - Mi villano favorito 2’ se estrena hoy en España El filme de animación transforma al ladrón protagonista en un padre improbable
Ay, el amor. Dicen que el ser humano estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por conseguirlo. Incluso robar la Luna. O renunciar a ello, como en el caso de Gru. Resulta que el calvo malo malísimo hasta la médula –o por lo menos hasta la mitad de la película de animación Gru. Mi villano favorito (2010)- ahora se ha vuelto un señor tierno que hace de papá de tres huérfanas y se deja hechizar por Lucy, su nueva y pelirroja compañera de aventuras. Esta versión azucarada del criminal protagoniza la secuela que se estrena hoy en España y que se titula, en un esfuerzo de originalidad, Gru - Mi villano favorito 2.
Érase una vez un ladrón en busca del hurto que le lanzara al estrellato de los despreciables. Hoy el mayor desafío de Gru parece ser el de montar una familia. ¿Mejor? ¿Más aburrido? Desde luego, más rico, ya que en su fin de semana de debut en Francia y Reino Unido Gru - Mi villano favorito 2 entró directamente al número 1 de la taquilla, superando con creces el estreno del primero. Y también “más divertido”, al menos según Steve Carell, que dobla al personaje en la versión original -en la española las voces de Gru y Lucy son de Florentino Fernández y Patricia Conde-. “Gru no está hecho para ir a una cita, para enamorarse o para cambiar de carrera. Es totalmente distinto respecto a lo que le hace sentir a gusto”, añade el actor (The office, Pequeña miss Sunshine), en Madrid para defender al filme y al villano.
De todos modos, a lo largo de la película al exmalvado le sale un enemigo, tan peligroso como obeso, que le obliga a dejar la producción de mermeladas y volver al ruedo. Y, sobre todo, Gru sigue contando con los Minions, las delirantes pastillas amarillas con ojos que seguirían a su jefe hasta el fin del mundo. Con su idioma incomprensible –mezcla sin sentido de italiano, francés, español y muchos platos de comida- y su tendencia al masoquismo, los bichos que pueblan la casa de Gru desatan todo su surrealismo en esta segunda entrega.
“Si tuviera unos cuantos, montaría un autolavado. Pondría a varios como esponjas llenas de jabón, y algunos al final para secar y pulir el coche. Haría una fortuna”, bromea Carell. En efecto, las peculiares criaturas son una gallina de los huevos de oro, hasta el punto de que el primer filme llegó a recaudar unos 400 millones de euros. En Gru - Mi villano favorito 2 , además, los Minions conocen a su versión malvada, morada y gritona.
Doblados por los dos directores de la película, Pierre Coffin y Chris Renaud, las pastillas tendrán pronto su propio filme: Minions se encuentra en fase de producción y saldrá en diciembre de 2014. Entre tanto, tendrán que conformarse con enamorar a pequeños –y adultos- en las películas de Gru. Justo la búsqueda de todas las edades es, para Carrel, una de las claves del filme, y de la animación en general: “Soy muy fan de Wall-E, me parece brillante. Me gustan las películas con un humor sofisticado, que también le puedan gustar a los niños pero no sean condescendientes con ellos”.
Más en general, el actor cree que la comedia se está volviendo más “cínica, a costa de los espectadores”. “A veces los directores, los escritores y los actores creen que hace falta que sea más maliciosa, para experimentar, para ser provocadores. No estoy necesariamente de acuerdo, no se le puede ofrecer a la gente una dieta estricta basada solo en ese tipo de producto”, relata Carell. Así que para ampliar la oferta a los paladares está Gru. Y para pronunciar términos gastronómicos al azar, los Minions.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.