El Nota aguanta 15 años después
El domingo, con EL PAÍS, por 2,95 euros, ‘El gran Lebowski’
Jeffrey Lebowski no tiene oficio conocido, pero sí beneficio para poder granjearse una vida de rusos blancos y bolos, sin quitarse el albornoz y las cangrejeras. Seguramente el hombre más vago del condado de Los Ángeles, lo que le convierte en favorito para el título de Hombre más vago del mundo. Hasta que dos intrusos se mean en su alfombra.
Lebowski, The Dude, El Nota, en castellano, su notísima, el notarino, si lo prefieren, respondió la afrenta con la irreverente verborrea que le caracteriza. Lo que probablemente no esperaba es que el incidente doméstico terminaría por inmiscuirle en un laberinto de nihilistas, artistas extremadamente conceptuales, espías y la mismísima industria del porno angelina. Todo por un fatídico error, al compartir nombre con un millonario paralítico.
En 1998, los hermanos Joel y Ethan Coen despertaron de su cómodo letargo a regañadientes a su criatura cinematográfica interpretada por el actor Jeff Bridges. La incapacidad natural de Lebowski se agravará con la (no) ayuda de Walter Sobchak —John Goodman—, un judío putativo, marcado por la guerra de Vietnam; y Donny —Steve Buscemi—, que aunque se pasa la mayoría de la película fuera de su elemento, ejercerá de contrapunto al galimatías.
Sam Elliott, primero en modo narrador, después convertido en vaquero de esos que gustan de la zarzaparrilla, conduce esta hilarante y desastrosa aventura en la que también participan Julianne Moore, Philip Seymour Hoffman, David Huddleston, Tara Reid y John Turturro.
Los Coen encontraron inspiración en Jeff Dowd, un productor y activista político con el que se toparon durante la promoción de su película Sangre fácil, en 1984. El Lebowski primigenio contó su historia en un corto-documental el año pasado. Un estilo de vida que cuenta con festividad anual en el Lebowski Fest, que se celebra desde 2002 en distintas ciudades de Estados Unidos y Europa. Además de corriente filosófica propia, el dudeísmo, resumida en una de las frases del filme: “Su revolución ha terminado, señor Lebowski, mis condolencias. Los parias perdieron \[...\], búsquese un trabajo”.
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