_
_
_
_
LAS COLECCIONES DE EL PAÍS

El Nota aguanta 15 años después

El domingo, con EL PAÍS, por 2,95 euros, ‘El gran Lebowski’

Ana Marcos
Jeff Bridges y John Goodman, en un momento de 'El gran Lebowski'.
Jeff Bridges y John Goodman, en un momento de 'El gran Lebowski'.

Jeffrey Lebowski no tiene oficio conocido, pero sí beneficio para poder granjearse una vida de rusos blancos y bolos, sin quitarse el albornoz y las cangrejeras. Seguramente el hombre más vago del condado de Los Ángeles, lo que le convierte en favorito para el título de Hombre más vago del mundo. Hasta que dos intrusos se mean en su alfombra.

Lebowski, The Dude, El Nota, en castellano, su notísima, el notarino, si lo prefieren, respondió la afrenta con la irreverente verborrea que le caracteriza. Lo que probablemente no esperaba es que el incidente doméstico terminaría por inmiscuirle en un laberinto de nihilistas, artistas extremadamente conceptuales, espías y la mismísima industria del porno angelina. Todo por un fatídico error, al compartir nombre con un millonario paralítico.

En 1998, los hermanos Joel y Ethan Coen despertaron de su cómodo letargo a regañadientes a su criatura cinematográfica interpretada por el actor Jeff Bridges. La incapacidad natural de Lebowski se agravará con la (no) ayuda de Walter Sobchak —John Goodman—, un judío putativo, marcado por la guerra de Vietnam; y Donny —Steve Buscemi—, que aunque se pasa la mayoría de la película fuera de su elemento, ejercerá de contrapunto al galimatías.

Sam Elliott, primero en modo narrador, después convertido en vaquero de esos que gustan de la zarzaparrilla, conduce esta hilarante y desastrosa aventura en la que también participan Julianne Moore, Philip Seymour Hoffman, David Huddleston, Tara Reid y John Turturro.

Los Coen encontraron inspiración en Jeff Dowd, un productor y activista político con el que se toparon durante la promoción de su película Sangre fácil, en 1984. El Lebowski primigenio contó su historia en un corto-documental el año pasado. Un estilo de vida que cuenta con festividad anual en el Lebowski Fest, que se celebra desde 2002 en distintas ciudades de Estados Unidos y Europa. Además de corriente filosófica propia, el dudeísmo, resumida en una de las frases del filme: “Su revolución ha terminado, señor Lebowski, mis condolencias. Los parias perdieron \[...\], búsquese un trabajo”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ana Marcos
Redactora de Cultura. Forma parte del equipo de investigación de abusos en el cine. Ha sido corresponsal en Colombia y ha seguido los pasos de Unidas Podemos en la sección de Nacional, además de participar en la fundación de Verne. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_