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Kim Ki-duk se autocensura para poder estrenar ‘Moebius’

El director surcoreano se ve obligado a cortar escenas de su última película para evitar la censura del Gobierno

El director surcoreano Kim Ki-duk, antes de la proyección de 'Piedad'.
El director surcoreano Kim Ki-duk, antes de la proyección de 'Piedad'. DANIEL DAL ZENNARO (EFE)

Tras la censura impuesta por el Gobierno de Seúl, el aclamado director Kim Ki-duk (1960), ha decidido cortar varias escenas de su última obra Moebius. La película, que retrata la destrucción de una familia víctima de los deseos incestuosos, es la última obra del surcoreano tras haber ganado el año pasado el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia por su filme Piedad (2012). 

El director, de 51 años, emitió un comunicado en el cual aseguró que se había mostrado muy reacio a cortar las escenas, pero que lo hizo porque finalmente era la única opción para que la película se difundiera a nivel nacional: "Me siento triste, pero es una decisión inevitable porque no puedo pasar por alto el trabajo de los actores, actrices y el anhelo personal por estrenar mi película en Corea del Sur".

Moebius, seleccionada para la sección oficial del próximo Festival de Cine de Venecia, fue clasificada el pasado día 1 como "proyección restringida" por la Junta de Clasificación de Medios de Corea (KMRB en sus siglas en inglés), que consideró que varias de sus escenas son "perjudiciales para los jóvenes, inmorales y antisociales”. La calificación de la junta equivalía en la práctica a una prohibición, ya que ningún cine en Corea del Sur muestra este tipo de películas.

El Gremio de Directores de Corea, una asociación que representa a los realizadores locales, denunció que la restricción impuesta por el Gobierno, que se basa en su temática y en las escenas de incesto que contiene, representaría "una sentencia de muerte".

El director debutó en el cine de bajo presupuesto con Cocodrilo (1996) y adquirió renombre con filmes como Hierro 3 (2004), Amén (2011) o Piedad (2012), una cinta llena de escenas desgarradoras y sexuales. En su país ha sido muy criticado  por sus personajes violentos y sus historias oscuras y callejeras.

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