La historia alternativa del cine español se encuentra a un golpe de ratón
El proyecto online PLAT pretende ser un espacio, con vocación de archivo, donde los creadores muestren sus obras de forma gratuita
Con cada estreno, una parte del cine español ve cómo se repite el proceso: acaba el rodaje, cierta crítica especializada aclama la obra, se exhibe en algún que otro festival –de mayor o menor entidad–, el creador se va a su casa con poco más que una palmada en la espalda y vuelta al inicio. ¿Y el público? La audiencia rara vez tiene constancia de películas que, a menudo, no consiguen distribución.
Con la intención de cambiar este paisaje nace PLAT, iniciativa online respaldada por un grupo de creadores que pretenden usar Internet para dejar constancia de su cine, que de esta forma encuentra en la red un espacio donde verter sus películas. “El objetivo es dar a conocer sus obras, muchas veces sin ser nuevas”, dice Beatriz Navas, una de las creadoras de la plataforma, totalmente gratuita y legal. “Son trabajos que se quedan fuera del gran público, no pasan de un circuito especializado. Se ven en centros artísticos y museos, pero nada más”.
Pensaban los artífices de la idea que, tradicionalmente, poco compartían entre sí creadores, espectadores y profesionales de la industria. Había que democratizar el cine. “Siempre los autores, la crítica y los festivales han vivido en un mundo. Y el público siempre ha estado en otro, han usado lenguajes distintos, otra comunicación”, expone una de las ideólogas de PLAT. “Internet favorece esa unión, está todo en el mismo espacio”.
Un espacio al que se podrá acceder la próxima semana y que alberga unas 150 obras de alrededor de 20 autores que buscan, esencialmente, dar sus obras a conocer y dejar constancia de una historia alternativa del cine español. “Nos apetecía alargar la vida de las películas y que el público se haga una idea distinta de la realidad de lo que se hace en Españal”, afirma Navas. “La idea que tiene mucha gente no tiene nada que ver con las nuevas iniciativas que están surgiendo”.
PLAT nace de la asociación Kinora, organización sin ánimo de lucro que trabaja por la alfabetización audiovisual. Tras meses de encuentros con creadores, vieron que apenas contaban con alternativas: “Alguno decía tener una película desde hace tres años, y no sabía si dejarla en un cajón o ponerla en una página de pago”. El problema es mayor para los talentos emergentes que todavía no son conocidos. “Son nombres que en muchos casos no se conocen, es difícil que el espectador pague por ellos”.
De forma gratuita pueden encontrarse en PLAT largometrajes y, sobre todo, cortos de directores que ya se han unido al proyecto, como el Colectivo Los Hijos, Jordi Costa, David Varela, Chus Domínguez o León Siminiani, que aporta a la plataforma algunos de sus primeros trabajos. O de talentos emergentes, como el madrileño Pablo Maqueda, que opina que “Internet siempre ha sido un lugar de reunión para muchos proyectos que no encuentran su lugar. Pero de una manera deslavazada. PLAT es algo mucho más práctico”.
Es una herramienta, con vocación de archivo permanente, en la que el espectador puede navegar por temas y autores que unen fuerzas para encontrar su sitio. “Y acabar encontrando cosas que no conoces”, afirma Beatriz Navas.
PLAT se plantea llegar a autores de otros países y sumar creadores que se unan al proyecto. Y, en la línea de lo que venía haciendo la asociación Kinora, impulsora de la idea, hacerlo útil para el investigador. “Nuestra idea es que se conozca en universidades y en centros de estudios cinemaográficos. Que sea una herramienta para el ámbito académico, pero sin olvidar al público”. Ni al creador, con el que la industria a veces parece no contar.
Babelia
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