Ruth Prawer Jhabvala, una escritora entre tres continentes
Novelista y guionista, ganó dos veces el Oscar y obtuvo el Premio Booker, el más prestigioso galardón literario del Reino Unido
La escritora Ruth Prawer Jhabvala (Colonia, 1927), fallecida ayer a los 85 años, alcanzó la cumbre de su fama a una edad tardía, y además por un trabajo que en cierta ocasión desdeñó como hobby: la escritura cinematográfica. Sus guiones originales y las adaptaciones de clásicos de la literatura para el productor Ismail Merchant y el director James Ivory lograron un gran éxito de taquilla y crítica. El trío se reunió por primera vez en 1961 y se hicieron colaboradores —y amigos de por vida— casi inmediatamente.
Merchant le propuso a Ivory producir una película basada en una de las primeras obras de Jhabvala, The householder (1960). Ambos viajaron a Delhi y le pidieron a la escritora que les vendiera los derechos y lo convirtiera en un guion.
A lo largo de las siguientes cinco décadas, Jhabvala escribió 23 guiones. Entre sus colaboraciones se cuentan las adaptaciones de E. M. Foster Una habitación con vistas (1985) y Regreso a Howards End (1992), que le valieron sendos Oscars, y Lo que queda del día (1993), de Kazuo Ishiguro, que fue nominada al mismo premio. Los dos Oscars de Jhabvala le cololaron en la incongruente compañía de Bette Davis y Elizabeth Taylor; los periodistas que visitaron a la escritora en su casa resaltaron el extraño efecto que producían sus estatuillas doradas en su sobrio piso neoyorquino.
Lo que de verdad contaba para Jhabvala eran sus ficciones originales, con independencia de lo que pensara cualquier otro. Así había sido desde que empezó a escribir novelas en India a partir de los años cincuenta, etapa que recordaría después con la sensación de encontrarse “como el fondo de un profundo abismo. Nadie leía mis obras.”
Jhabvala era una narradora brillante. Su obra tomó tintes más sombríos hacia el final de su vida, cuando empezó a escribir del engaño, el autoengaño y la venganza del tiempo, los giros de un destino implacable que los peores charlatanes podían manipular en beneficio propio. Su docena de novelas, gran parte de ellas traducidas al castellano (así como sus relatos publicados en el New Yorker y otros lugares) le atrajeron la admiración de los críticos más severos de su época. Para el novelista y crítico C. P. Snow, ningún otro escritor vivo transmitía mejor a los lectores la “definición del arte supremo”, la sensación de que “la vida es así y no de otra forma”. Entre los galardones que recibió por su obra literaria destaca la más alta distinción de las letras británicas, el Premio Booker, que logró en 1975 por Calor y polvo (Debate, 1983).
Jhabvala nació en Colonia en una patriótica familia de judíos alemanes de origen polaco que se refugió en el Reino Unido ante el avance de los nazis. Su padre, Marcus, se suicidó en 1948 al conocer cómo habían muerto los más de 40 miembros de su familia que no lograron escapar a la Alemania de Hitler. Jahbvala, que empezó a escribir en inglés a los pocos días de establecerse en Londres, se licenció en Literatura inglesa en la Universidad de Londres.
En 1951, la escritora se casó con el arquitecto parsi Cyrus Jhabvala. En ese mismo año se trasladó a Delhi, donde se sumergió por completo en la cultura local. En 1975, compró un apartamento en el mismo edificio de Nueva York en el que vivían Ivory y Merchant, y en 1986 adoptó la nacionalidad estadounidense.
© Guardian News & Media 2013.
Babelia
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