Reg Presley, voz inoxidable del rock ‘cazurro’
El cantante de los Troggs, Reg Presley, falleció ayer a los 71 años por un cáncer de pulmón El grupo deja canciones inolvidables como 'Wild thing' y 'I can't control myself'
Reg Presley ha fallecido hoy en su localidad natal de Andover (Inglaterra). El vocalista de The Troggs, de auténtico nombre Reginald Ball, tenía 71 años -según algunas fuentes, serían 69- y sufría de cáncer de pulmón. El nombre de su grupo, derivado de “trogloditas”, retrataba su estilo inicial, rebosante de testosterona: tuvieron impacto con lúbricas proclamas de deseo abrumador, “Wild thing” o “I can't control myself”. Jimi Hendrix se apropió de “Wild thing”, que se transformó en sus manos en un psicodrama sexual, inmortalizado en el documental Monterey Pop.
En el negocio del pop británico se les consideraba poco más que una broma: se hacía referencia a su antiguo oficio de albañiles y a una famosa cinta donde se reflejaba su incapacidad para grabar un tema en el estudio, sazonada con más de cien repeticiones de la palabra “fucking”. Tan palpable frustración influyó sobre el despiadado humor de la película Spinal tap; después de circular de forma clandestina, The Troggs tapes terminaría siendo publicada oficialmente.
Sin embargo, los Troggs eran un cuarteto como tantos otros, que enseguida supo adaptarse a aquellos tiempos acelerados que fueron los años sesenta. “Wild thing” venía firmada por el neoyorquino Chip Taylor, que también les proporcionó otro éxito, “Anyway that you want me”. No se conformaban con ser una versión barata de The Kinks, como les consideraba su representante, Larry Page, que había trabajado con la banda de Ray Davies. La gestión de su carrera tendía hacia lo desastroso: en 1966, las mismas canciones eran editadas simultáneamente por dos sellos estadounidenses, Atco y Fontana. Page y los Troggs terminarían ante los tribunales y el manager ganó.
La industria les caricaturizaba, con reportajes fotográficos que les retrataban en cuevas prehistóricas. Otro error fue que Page les embarcara en una absurda campaña contra las drogas: en 1967, se comprometieron a no pisar clubes donde se traficaba con sustancias ilegales; se referían a locales tipo UFO, donde no se contrataba a The Troggs, desde luego. Eso no les impidió lanzar piezas con aromas psicodélicos, como “Night of the long grass”.
El grupo había comenzando haciendo temas propios y Presley decidió insistir. Compuso una canción pegajosa, “With a girl like you”, que a la postre sería su único número uno en el Reino Unido, y también un himno propio del hippismo de 1967, “Love is all around”. No se trataba de una visión de fraternidad universal inspirada por el LSD; derivaba de contemplar en televisión una actuación del Ejercito de Salvación. A la larga, esa balada garantizaría la longevidad de su carrera: el grupo escocés Wet Wet Wet la grabó y vendió millones de copias a partir de 1994. Esa era la versión que sonaba en la película Cuatro bodas y un funeral; el cine y la publicidad recurrieron frecuentemente al repertorio de los Troggs.
Con la avalancha de derechos de autor que le cayó, Presley se dedicó a investigar los “crop circles”, esas figuras misteriosas en los sembrados que tanto fascinan a los británicos. Una obsesión que plasmó en el libro Wild things they don't tell us (2002), donde aseguraba que se trataba de mensajes de seres extraterrestres.
Tras una etapa incierta en la década de los setenta, cuando registraron versiones de “Good vibrations” o “Satisfaction”, los Troggs vivieron sucesivas olas de reconocimiento, primero como pioneros del rock de garaje y antecesores del punk; grabaron incluso un directo en el Max's Kansas City neoyorquino. Podían elegir sus bolos: tocaban frecuentemente en Alemania pero evitaban Australia, ya que Presley decidió que no podía aguantar las 24 horas del viaje sin fumar.
Hubo también un relanzamiento, como protegidos del grupo estadounidense REM: a principios de los noventa, con producción de Mike Mills y Peter Buck, grabaron Athens Andover. De repente, eran un grupo cool: Sting les contrató como animadores de su boda con Trudie Styler. Hasta se celebró su obra en un libro minucioso, Rock's wild things: The Troggs files. La demanda por su indestructible cancionero no bajó: tocaron hasta principios del pasado año, cuando las dolencias de Reg impusieron su retiro.
Babelia
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