Echa el cierre un museo arqueológico privado de Menorca
Se encontraba junto a las excavaciones de Cap de Cavalleria Explicaba la secuencia de ocupaciones históricas de Port de Sa Nitja
Echa el cierre, por quedarse sin su sede, el Ecomuseo de Cap de Cavalleria, donde se identificaban in situ, con el patrimonio y el paisaje no devastados, las huellas de siglos de vida y peripecia militar de un extremo de la isla de Menorca. Desde los asentamientos romanos hasta la dominación inglesa del siglo XVIII, pasando por la mezquita de la época islámica. Alrededor del centro al visitante se le proponían siete rutas culturales, a pie, de cercanías.
La propiedad de la finca agrícola donde se ubicó el museo no renueva el alquiler. El complejo cultural nació de una iniciativa particular —sin subvenciones públicas— emprendida hace más de quince años por el investigador Fernando Contreras. Recibía unas diez mil visitas anuales y se realizaban cursos internacionales de excavación. Con vídeos, maquetas y escenografías se exhibían materiales arqueológicos reproducidos de las prospecciones arqueológicas —terrestres y de pecios submarinos— efectuadas en el puerto de Sanitja, justo al lado del museo.
La exposición remitía a enclaves y episodios concretos y resultó un punto de atracción cultural y turística internacional. La biografía histórica de Sanitja mostraba, según sus gestores "la necesidad imperiosa de protegerse del exterior, la prevención contra el enemigo ha marcado sin duda el paradigma de Sanitja a lo largo de su historia”. El “tesoro arqueológico” preservado se explica al ser un lugar estratégico, ensenada para navegantes, centro de vigilancia, y refugio.
Los promotores privados del Ecomuseo, se han quedado sin poder disponer del ámbito de las casas rurales de Santa Teresa donde se exhibía su relato histórico. La familia de terratenientes insulares, Olivar Despujol, quiere recuperar el control del inmueble por el que actualmente los gestores del museo —sin ánimo de lucro— pagaban un alquiler de 12.000 euros anuales y se ofreció casi duplicar la cantidad.
El Consell de Menorca y el Ayuntamiento de Es Mercadal, donde está Cap de Cavalleria, sabían el posible desmantelamiento sin que cuajara iniciativa alguna de hallar otra sede. Los responsables del Ecomuseo insisten desde hace años en trasladar el centro museístico al faro de Cavalleria. El alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller, reconoció la complejidad de coordinar los intereses de las tres administraciones que tienen control sobre el faro.
La dirección del Ecomuseo ha emprendido sendos proyectos de prehistoria litoral semejantes en Italia y Portugal, en colaboración con instituciones locales, según afirman. Parte del material de iluminación y audiovisual de Cavalleria la han cedido al museo militar de Es Castell.
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