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OBITUARIO

Brenda Averty, embajadora del ballet

La bailarina y coreógrafa llevó la danza clásica española a Turquía

Brenda Averty, coreógrafa y bailarina británica.
Brenda Averty, coreógrafa y bailarina británica.

En todos los libros de la historia del ballet inglés, por algún lado aparece Brenda Avery. Ella estaba allí en momentos cruciales tanto artísticos como sociales, y es la coprotagonista de una famosa leyenda de la balletomanía británica: como calzaban el mismo número y sus pies eran muy parecidos, Brenda compartía las zapatillas de puntas con Margot Fonteyn en los momentos duros durante la posguerra de la segunda contienda mundial, cuando aún era menor y para las giras debía ir acompañada de un familiar. Muchos años después, en una entrevista, Fonteyn aseguraba entre risas cariñosas que era verdad, pero que quien finalmente las rompía era Brenda con su tesón ejemplar.

Brenda Avery ha muerto el pasado 2 de enero a los 79 años en Londres. Había nacido en Tottemham, al norte de la capital inglesa, el 22 de octubre de 1933 en una familia de músicos: su madre tocaba el saxofón en una banda de mujeres y su padre era oboísta de una formación sinfónica. Empezó a estudiar ballet a los 10 años y poco después fue admitida en la modesta pero importante escuela del Sadler Wells; siendo muy joven en las décadas de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado formó parte de la propia compañía Sadler Wells, participando en muchas producciones de ópera y ballet en la Covent Garden Royal Opera House. En 1948 apareció en Giselle y en 1950 como solista de la taberna en los bailables de la ópera Carmen de Bizet.

Brenda Averty formó también parte de la compañía Sadler Wells (el germen del actual Royal Ballet) para el estreno de Cinderella del coreógrafo Frederick Ashton en 1948, con Moira Shearer en el papel protagonista, y compartiendo escenario y trama con el propio Ashton, Robert Helpmann, Beryl Grey, John Cranko y Kenneth MacMillan. Este último vio en ella muchas posibilidades, y la alentó a seguir adelante con la coreografía. En 1953 abandona la compañía y se embarca en la experiencia de los musicales, trabajando con éxito en South Pacific, y es en 1958 cuando fue invitada por Ninette de Valois para ir a Ankara e iniciar la ingente formación de un cuerpo de baile para la Ópera y Ballet turcos, viajando a ese país del Bósforo con un grupo de estudiantes recién graduados del conservatorio del Royal Ballet. Brenda pasó dos años enfrascada en aquella ambiciosa empresa, e inicia a los bailarines locales en las danzas de carácter español, preparándolos para el montaje inicial de El amor brujo de Manuel de Falla coreografiado por Robert Harrold para el naciente Ballet Nacional de Ankara. A su regreso a Reino Unido, en junio de 1960, participó en la coreografía de las Danzas para una noche árabe (la lujosa producción para la apertura de un enorme nuevo estudio construido dentro de los complejos de Wembley en el norte de Londres). El empresario Harold Fielding se fijó entonces en ella para reglar los espectáculos del West End, donde ideó los bailes de muchas obras, entre ellas The Music Man y Sail Hawai, que Brenda Averty vuelve a coreografiar en Melbourne para su estreno australiano en 1963, ayudada por Betty Pounder y bajo la dirección de Noël Coward. En 1959 se había casado, y al nacer su hijo en 1965, decide dejar definitivamente la escena, aunque esporádicamente se mantuvo ligada a la profesión como maestra y guía de jóvenes talentos.

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