Woody Allen: el cine como terapia
Cada nuevo largometraje del director se convierte en una cita imprescindible para millones de aficionados que acuden al cine para ver cómo se encuentra ese viejo y entrañable amigo
Woody Allen no tiene secretos para los espectadores. Después de más de cuatro décadas viendo sus películas, conocemos perfectamente sus preocupaciones y obsesiones; cuáles son sus miedos; qué es lo que piensa de los hombres y de las mujeres; del amor y de Dios.
A pesar de eso, cada nuevo largometraje que estrena se convierte en una cita imprescindible para millones de aficionados que acuden al cine para ver cómo se encuentra ese viejo y entrañable amigo. Y volver a disfrutar de sus antiguos títulos supone un agradable reencuentro que inevitablemente nos deja dibujado en el rostro una sonrisa o una sonora carcajada. Porque siempre nos sorprendemos recordando un viejo gag o al descubrir un guiño o un gesto que nos había pasado desapercibido.
El genio de Manhattan vuelve a estar de actualidad. Esta vez, no por su estreno de todos los años (aún), sino por Woody Allen: el documental, que llegó a las pantallas el día de Navidad. Además, los sábados de enero, TCM Autor propone un recorrido por algunas de sus mejores películas, o, lo que es lo mismo, un paseo por sus obsesiones: Nueva York, las relaciones de pareja, el sentimiento de culpa, la muerte… Un director que bebiendo de Fellini, Bergman, Bob Hope y Groucho Marx, ha mezclado influencias que parecían imposibles de combinar.
El 1 de diciembre Woody Allen cumplió 77 años pero lejos de pensar en la jubilación, mantiene su habitual ritmo de trabajo. Su película de 2013 la protagonizarán Cate Blanchett y Alec Baldwin y está rodada en San Francisco. Para Allen, el cine es algo más que un oficio o un arte. Es una especie de terapia: “Toda mi vida ha consistido en luchar contra las depresiones, los terrores y ansiedades. Yo soy como esos enfermos en los hospitales a los que ponen a hacer trabajos manuales para que estén más relajados. Pues lo mismo me pasa a mí: escribir, dirigir, editar y elegir la banda sonora me resulta terapéutico”.
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