_
_
_
_

Jenni Rivera, cantante de talento y temperamento

La mexicana vendió 15 millones de discos y ganó 15 discos de oro

Salvador Camarena
Jenni Rivera, en una actuación en abril.
Jenni Rivera, en una actuación en abril.AP

Carrera accidental y accidentada, éxito truncado por el destino cuando la fama más le auguraba, tan talentosa como temperamental, la cantante Jenni Rivera, nacida en 1969 en Long Beach como Janney Dolores Rivera Saavedra, murió la madrugada del 9 de diciembre en un percance aéreo en el norte de México, una tragedia que la hace entrar prematuramente al Olimpo de los ídolos inmortales del público hispano de los dos lados del río Bravo.

Surgida de una familia dedicada a la música, Jenni Rivera, a quien también se la conocía como La Reina de la Banda, comenzó su aventura artística a los 30 años, cuando ya tenía 14 de ser madre —tenía cinco hijos— y una vida azarosa que incluye episodios de violencia machista, de la cual sacaría experiencias para fundar la Rivera Love Foundation, dedicada a ayudar a madres y niños víctimas de la violencia en el hogar.

Emigrantes de origen mexicano, los Rivera llegaron a la fama por medio del hermano de la cantante, Lupillo Rivera, bautizado en el ambiente de la pegajosa música grupera como El Toro del Corrido, y cuya carrera ha emparejado éxitos con escándalos por comportamiento violento. Aunque hizo algunas grabaciones experimentales en 1993, el éxito de Jenni Rivera comenzó en 1999 con Si quieres verme llorar y el inmediato Reyna de reynas. Con el inicio de su carrera musical dejaría atrás sus estudios de Administración de Empresas y su incursión en el negocio de los bienes raíces en su natal California.

La intérprete murió en un accidente de avión, que le llevaba a grabar ‘La voz’

“La suya fue una voz que inmediatamente destacó de entre los cantantes de banda de la época por una simple razón: no era una voz masculina”, dijo de ella el crítico musical de Los Angeles Times al conocer su muerte, quien destacó además la calidad vocal de quien se convirtiera en una ganadora de toda clase de premios de la industria musical. Sus ventas de 15 millones de discos le valieron posicionar 11 de sus discos en el Top Latin Albums, cuatro en Billboard 200, así como ganar 15 discos de oro, otros tantos de platino, y cinco de doble platino.

Rivera, quien se divorció en tres ocasiones, la última de ellas del beisbolista Esteban Loaiza, triunfó además en el género de la balada, los corridos, el pop e incluso cantó algún narcocorrido.

Temperamental, vivió diversos escándalos que involucraron incluso a uno de sus hermanos, que en pleno espectáculo alguna vez golpeó a un fan. Ella misma en otra ocasión arrojó en el escenario cerveza a otra admiradora. “Quizá la cosa pudo haberse arreglado de otra manera”, dijo a la prensa después de ese altercado, “pero toda la vida me he defendido de muchas cosas, es lo único que sé, ser yo, defenderme de las injusticias. Que a ustedes no les parezca lo siento mucho. Voy a tratar de perfeccionarme, de ser un poco mejor al parecer de ustedes, pero para mí, el defenderme de una persona que me agrede esa soy yo”.

El 8 de diciembre actuó en la ciudad de Monterrey, Nuevo León (noreste de México), como parte de su Tour Joyas Prestadas 2012. Al terminar el concierto, habló con la prensa. “Soy tan feliz”, comentó a los reporteros. Tenía motivos. No solo era, junto a artistas como Miguel Bosé y Alejandro Sanz, coach del programa de televisión más visto los domingos, La voz… México, sino que iba a comenzar con la cadena estadounidense ABC una serie sobre su vida.

La noche de ese sábado partió en un jet privado hacia Toluca, Estado de México, para su cita dominical con La voz… México. El avión, donde viajaban otras seis personas, se perdió minutos después. Fue localizado al mediodía del domingo en Iturbe, Nuevo León, completamente destrozado. La aeronave, un Lear Jet fabricado en 1969, ya había tenido un percance en Tejas en 2005.

Con su muerte, Jenni Rivera confirmó la vieja ley que se usa en la revista People para definir las portadas de esa publicación. Los amplios espacios dedicados en portales de Internet y cadenas de televisión a la cantante de 43 años confirma lo que Dick Stolley, editor fundador de People, ha dicho muchas veces: nada vende más que el fallecimiento de una estrella. En este caso, una estrella de ambos lados del río Bravo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_