Amago aquí, me cuelo allá
Estudio de N. Grigóriev
Shájmatny Lístok, 1931
Bello y muy instructivo. Clave: si el rey negro llega a e6 o f6, el blanco no podrá pasar, aunque jueguen las negras. Sólo si el rey blanco llegase a e5, incluso tocándole jugar, la victoria estaría garantizada porque -con el rey negro en e7- se podría hacer una jugada de espera con el peón de b2, para obligar a Rd7 y ganar con la invasión Rf6, que gana el peón de c6. Pero ya hemos indicado que eso parece imposible... salvo que previamente podamos lograr alguna ventaja en el otro flanco. Veamos: si el rey blanco llega a a5, obligando a Ra7, sería inevitable que llegase en cuatro tiempos a e5, ganando. Luchemos: 1 Re2 Rd7 (atacar por el ala de dama no vale: 1 ..Rb7? 2 Rd3 Ra6 3 b4 Rb5 4 Rc3 Ra6 5 Rc4 Rb7 6 Rd4 Rc7 7 Re5 Rd7 8 Rf6, ganando) 2 Rd3 Re7 (tampoco sirve atacar por el centro: 2 ..Re6 3 Rc4 Re5? 4 b4! Re6 5 b5 cxb5+ 6 Rxb5 Rd7 7 Rb6 Rc8 8 Rc6 Rd8 9 Rb7, ganando) 3 Rc3 Re6 4 Rc4! (cuidado: si 4 Rb4? Rd5, tablas; y si 4 b4? Rd7 5 Rb3 Rc7 6 Ra4 Rb7, tablas) 4 ..Rd7 5 Rb4 Rc7 6 Ra5 Rb7 (ha llegado el momento clave) 7 b3!! (un solo paso, no dos; así forzamos al rey negro a ir a a7, donde ya no tendrá tiempo de llegar a e6, y nos guardamos el otro movimiento de peón para cuando lleguemos a e5) 7 ..Ra7 8 Rb4 Rb7 (o bien 8 ..Ra6, y entonces viene la triangulación mágica 9 Rc4 Ra5 10 b4+ Ra6 -si 10 ..Ra4 11 b5! cxb5+ 12 Rd4 b4 13 c6 b3 14 Rc3 Ra3 15 c7 b2 16 c8=D b1=D 17 Da8 mate-11 Rd4 Rb5 12 Rc3 Ra6 13 Rc4 Rb7 14 Rd4 Rc7 15 Re5, ganando) 9 Rc4 Rc7 10 Rd4 Rd7 11 Re5 Re7 12 b4, y las blancas ganan c6 y la partida. Correspondencia: ajedrez@elpais.es
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.