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EL PAÍS SEMANAL

Depeche Mode, el culto continúa

La banda británica anuncia disco y gira en 2013, con parada en el BBK Live de Bilbao Hablamos con Dave Gahan, su 'sumo sacerdote'.

París. Uno de esos días de falso otoño y verdadero invierno. Un hotel de lujo de la avenida de George V. Dave Gahan, vocalista y compositor de Depeche Mode, espera en la habitación 132 a ser interrogado por diferentes medios. La banda británica acaba de anunciar el próximo lanzamiento de un nuevo disco y su gira europea, que incluirá el BBK Live en Bilbao. El líder del grupo aparece aposentado en un sillón dorado que le confiere un cierto aire monárquico. Impecablemente vestido de negro, parece en plena forma. Fresco, de talante y voz graves. Parece totalmente redimido de una lejana querencia no domesticada al alcohol y las sustancias euforizantes, más un cáncer que superó en 2009.

Entramos en faena: ¿Qué estilos podemos esperar en el nuevo disco? “Creo que el disco tiene, definitivamente, una influencia muy fuerte del blues. Hemos intentado mantener la técnica de grabación bastante minimalista. Y con ello me refiero a que, si hay una melodía concreta o algún elemento que aglutina la fuerza de la canción, entonces se convierte en el hilo conductor: la canción se desarrolla en torno a un sonido único. Eso no significa que sea todo up-tempo [ritmo vivaz apuntado por la rapidez, cadencia o preponderancia de un sonido] y pesado. La canción Angel, que se pudo escuchar cuando mostramos el videoclip en la rueda de prensa, y que aún está en fase de desarrollo, está muy marcada por el blues, pero al mismo tiempo es minimalista; sin lugar a dudas, es una referencia a un cierto estilo. La guitarra marca la pauta, pero al mismo tiempo es un álbum muy electrónico, tanto desde el punto de vista de la producción como de la interpretación. Aunque haya una parte en la que suena la guitarra, también incorporamos un amplificador a la guitarra y luego manipulamos el sonido mediante sintetizadores modulares… Incluso, desde el punto de vista de las letras, algunas pueden ser bastante personales en algunos casos, al menos desde mi perspectiva; pero al mismo tiempo vuelven su mirada al exterior para reflejar lo que ocurre a nuestro alrededor. En mi caso muestran cómo me afecta, en cualquier momento, lo que pasa en el mundo”.

Para ser la primera respuesta no está mal. El discurso de Gahan revela un perfil propenso a filosofar. En el llamado studio collage de Angel (algo así como un tema en desarrollo) se escuchan estas palabras: “Confused and contented / I was flipped around with fears beyond me / I was lost I was found / I found the peace I’ve been searching for” (‘Confundido y satisfecho / me revolvieron los miedos ajenos / estuve perdido, fui hallado / encontré la paz que estaba buscando).

"A veces, cerrar una puerta revela la existencia de otra puerta grande que espera abierta. Se necesita coraje"

¿Se siente así? “Para mí, ese proceso es contradictorio. Te revuelve. Pierdes algo, pero ganas algo. Es una toma de postura. Y se puede obtener un resultado positivo de todo eso. A veces, cerrar una puerta revela la existencia de otra puerta grande que espera a ser abierta. Pero el coraje que se necesita para atravesarla es otra historia. Eso es lo que quería decir sobre la presencia del blues en las letras y en la forma de interpretarlas. Por ejemplo, Angel es una especie de protesta, de lamento constante… Es un volcado de emociones… Creo que es un sonido más maduro para la banda. Creo que en el aspecto musical y en las letras es un disco que refleja quiénes somos en la actualidad, no lo que fuimos o lo que seremos”.

Gahan no abandona el lenguaje simbólico en toda la conversación. Así sigue: “En una de las canciones que compuse para el disco canto esta frase: ‘Tus mentiras son más atractivas que la verdad’. Resume la forma en la que no puedo gestionar mi vida. Quizá me dé un placer en el momento, pero las consecuencias, al final del túnel, son tan grandes… Pues bien, la frase continúa así: ‘Lo que quiero es amor’. Eso puede ser considerado una muestra de egoísmo, pero también quién soy realmente, o quién estoy intentando ser. A menudo, cuando compongo una letra así, hasta que no la canto y la escucho a posteriori no empieza a tener sentido para mí. Otra letra de esa canción dice: ‘Tus brazos están infectados / Ocultan la verdad’. Para mí, esa frase es una reflexión sobre todo lo que puede llevar consigo una adicción. Ya sean las drogas, el alcohol, el amor, el sexo o cualquier cosa. Nos infectamos con esas trampas, que acaban controlándonos. Para mí, cualquier cosa que ejerza un control, a largo plazo, equivale a tener un problema. Por tanto, para mí, ser capaz de transformar en música esas palabras y después verlas interpretadas me permite aprender mucho sobre mí mismo. Es algo mágico que ocurre con la música. Te permite identificarte con las contradicciones. También hay otras canciones en el álbum; por ejemplo, una balada que tiene un estilo muy blues / gospel. Creo que es una de las mejores que ha escrito Martin [Gore, compositor principal de Depeche Mode desde sus inicios] en su vida. Cantarla supuso para mí una especie de exorcismo. Supongo que me hizo sentir lo mismo que siente un fan cuando escucha por primera vez una canción. Yo he aprendido mucho de Martin. Escribe con mucha honestidad. Eso es lo más importante, la mejor composición es la que describe una situación. Puede tener un componente ficticio, pero en cada canción de Johnny Cash siempre he sentido que está hablando de su propia vida. No se trata de un engaño”.

¿Y qué referencias o experiencias le han influido en particular a la hora de componer sus últimas canciones? “Muchas cosas. Recibo una influencia constante de mis amigos, de mi familia, del cine…, de una frase sencilla que escuche o una canción. Una de las personas que más me han inspirado en años recientes es Mark Lanegan [compositor y músico de Soulsavers, con el que Gahan ha colaborado y Depeche Mode ha compartido escenarios]. Me gusta la constancia, la tranquilidad de su voz”. En años recientes, su colaboración con Soulsavers y la de Martin Gore con Vince Clarke denotan una búsqueda continua de experimentación. Al mismo tiempo, recuerdan a sus seguidores lo que Depeche Mode supuso para el auge de un género subgénero, el synth pop, que transformó la escena musical y permitió una comunión con audiencias no necesariamente predispuestas a la música electrónica. Últimamente, la palabra parece haber sido relegada en la electrónica… Gahan lo tiene claro: “Desafortunadamente, una de las cosas que ha traído consigo el desarrollo posterior de la música electrónica han sido los músicos perezosos. Usan la tecnología de un modo abusivo. Soy consciente de que se podría decir lo mismo de las guitarras o la batería en la música tradicional… Hay música y música mala. El caso es que hay música electrónica pésima, producida exclusivamente para generar una gratificación instantánea. Muy a menudo, y volviendo al disco que hemos hecho, a menudo el camino más fácil no es el mejor. Te tienes que ganar el respeto. Uno puede escuchar nuestros discos y sentir el cariño que hemos puesto, el crecimiento y maduración que hay en ese itinerario”.

En la recta final de la entrevista entramos en parcelas ya más mundanas y comprometidas. Parte del universo que ha alimentado este nuevo disco de Depeche Mode, según sus propias declaraciones, es la situación política. Gahan ha mostrado su apoyo a Obama, a las Pussy Riot…, y el segundo país de su gira europea será Grecia, cuyos ciudadanos –como en España– soportan una crisis aguda. ¿Cómo influye esa toma de postura en la comunicación con su público? “Yo creo que la música nos une, mientras que la política y la religión nos separan. Así lo siento cuando actúo. Dicho eso, me voy haciendo mayor y veo que mis hijos crecen en un mundo que sigue optando por las separaciones”.

Y el músico adopta un tono profético: “Estamos llegando a un punto en el que ha de producirse un cambio. No creo que vaya a ser fácil. Llevará tiempo y requerirá un esfuerzo por parte de todos, como dice Obama. A los norteamericanos no les gusta escuchar eso, porque piensan que si trabajan duro, tendrán una recompensa al final. Pero eso ¡ya no funciona! Están cambiando muchas cosas en el mundo. Yo soy muy afortunado, y a veces me avergüenzo de ello. Tengo muchos amigos en mi país y en Nueva York que las están pasando canutas. Al final, para ayudarte a ti mismo, tienes que ayudar a los demás”.

Y termina Dave Gahan, un cantante con alma de escritor atormentado, sin desviarse un ápice de su tono y actitud: “Pero hay que tener cuidado con los extremos. Para mí, la música es la profesora más importante que he tenido en mi vida, y me levantó cuando necesitaba ser aupado. Pero también me pasa con las películas y las bandas sonoras. Te pueden cambiar la vida. Aun siendo una experiencia negativa, hacen que te esfuerces más por lograr tus objetivos”. 

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