Ficción & Elección: Las novelas retratan las presidenciales en EE UU
La ruta para llegar a la Casa Blanca es uno de los temas abordado por toda clase de escritores. Desde 'Todos los hombres del rey', de Penn Warren, hasta 'La conjura contra América', de Phlip Roth
Tal vez sea la novela de Robert Penn Warren Todos los hombres del rey, publicada en 1946 (Anagrama, 1998), la que lidere la nómina de obras de ficción narrativa centradas en el proceso electoral y en la carrera hacia el poder en los Estados Unidos. Willie Stark –inspirado en la figura histórica de Huey Long, célebre y discutido gobernador populista de Louisiana– es un odioso personaje de poderosa personalidad, a un tiempo amado por las multitudes y anclado al poder a través de la corrupción, y su historia vale sin duda por tantas historias de canibalismo político y de falta de escrúpulos en la carrera hacia el poder, historias que Norman Mailer conoció de primera mano gracias a las convenciones y campañas a las que acudió como reportero, y que transcribió en Los papeles presidenciales (1963), un libro imprescindible. Y en este terreno sobresale el crítico y Gore Vidal, que dedicó buena parte de su obra a la reconstrucción literaria de la política norteamericana y a las maniobras de acceso al poder presidencial, desde The Best Man (1964), Washington D.C. (1967) o Lincoln (1984) a La edad de oro, publicada en 2000 (Mondadori, 2002), crónica de la saga de los Sanford en la encrucijada de 1944, ante la espada de la intervención en la Segunda Guerra Mundial y la pared de la neutralidad a las puertas de unas elecciones presidenciales cuyas primarias ganaría Franklin D. Roosevelt.
En este terreno sobresale el crítico Gore Vidal, que dedicó buena parte de su obra a la reconstrucción literaria de la política norteamericana y a las maniobras de acceso al poder presidencial, desde The Best Man (1964), Washington D.C. (1967) o Lincoln (1984) a La edad de oro, publicada en 2000
El ruido y la furia de las campañas electorales han dado lugar a estratégicas maniobras editoriales, como las de publicar de forma anónima algunas de las novelas más vendidas sobre la carrera presidencial. Random House lanzó de este modo Primary Colors. A Novel of Politics en 1996, la novela acerca de la primera campaña presidencial de Clinton en 1992, escrita al parecer por Joe Klein, el periodista que cubrió la campaña para Newsweek. O: A Presidential Novel¸ la novela que pretende despejar incógnitas de la carrera presidencial de Barack Obama, publicada por Simon & Schuster en 2011 y escrita por el que fue asesor de campaña de John McCain en 2008, Mark Salter, es fruto de una estrategia de marketing similar, la anonimia puesta al servicio de la ambigüedad que entraña la contaminación de la verdad documental, facts, con la realidad manipulada o inventada de la literatura, fiction. Why Not Me?, de Al Franken (Penguin, 1999), una lectura irónica del vía crucis electoral desde la perspectiva de una campaña imaginaria, también ocupa un lugar de privilegio en ese nicho que se ha dado en llamar campaign novel. El new journalism y la seductora poética de la no ficción se encuentran en The Shad Treatment (University of Virginia Press, 1977), la crónica de Garret Epps que narra la lucha entre el populismo del candidato Thomas J. Shadwell y el poder que los conservadores ostentan en el estado de Virginia desde hace medio siglo.
Y así como no parece que los grandes autores del mainstream hayan querido inspirarse en el tejemaneje electoral de los Estados Unidos, con honrosas excepciones -It Can’t Happen Here (1935) de Sinclair Lewis, A political fable (1980) de Robert Coover, Vineland (1990) de Thomas Pynchon acerca de la reelección de Ronald Reagan en 1984, La conjura contra América (2004) de Philip Roth, o artículos de E. L. Doctorow sobre el ascenso a la presidencia de Reagan- sin embargo han proliferado las series de televisión, como Tanner’88, emitida por la HBO en los meses previos a la campaña de 1988 y una serie interesante si se trata de conocer de cerca las intrigas de una compaña electoral, en este caso desde la óptica del Partido Demócrata, o The West Wing, acerca del ascenso del ficticio presidente demócrata Josiah Bartlet (producida por la Warner Bros. Para la NBC y emitida entre 1999 y 2006). Películas como The American President, dirigida por Rob Reiner en 1995, con un guión impagable de Aaron Sorkin, o la reciente Los idus de marzo, dirigida por George Clooney en 2011, una crónica sumamente ácida del proceso electoral en los Estados Unidos y de los entresijos de la dirección de compaña, mantienen la impresión de que la carrera electoral seguirá siendo una fructífera fuente de ideas para Hollywood y los medios audiovisuales, mientras la gran literatura, la literary fiction parece querer resistirse ante sus cantos de sirena, tal vez porque se muestra demasiado prosaica, y en ella se muerde mucho polvo.
* Javier Aparicio Maydeu. Autor de Lecturas de ficción contemporánea. De Kafka a Ishiguro (Cátedra, 2008) y El desguace de la tradición. En el taller de la narrativa del siglo XX (Cátedra, 2011). Crítico de Babelia, EL PAÍS.
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