El cine de Carrillo
El día en que murió Santiago Carrillo TVE tuvo el acierto de emitir de nuevo el magnífico documental Carrillo comunista, que Manuel Martín Cuenca rodó en 2007. La larga entrevista de que básicamente se compone la película, calificada por el propio Carrillo como “interrogatorio duro”, es hoy un documento imprescindible para comprender mejor nuestra historia desde la Guerra Civil hasta el presente. Y lo es porque Martín Cuenca no dejó de hurgar en temas, contradicciones o misterios de este hombre tan inevitablemente polémico como respetable, admirable tanto por su viejo tesón político como por los análisis sobre la actualidad que hacía, siempre lúcidos, y acompañados de respeto por las opiniones ajenas.
El director serbio Dusan Makavejev tenía el proyecto de reunir grabaciones de los interrogatorios a los detenidos en distintas comisarías. Son documentos, él decía, que jamás podrán reproducirse en la ficción. Y aunque el proyecto de hacerlo fuera inviable, una quimera, no deja de suponer que la narrativa tradicional no es capaz de todo y que hay un cine necesario que nace de otras fuentes.
Otro ejemplo es el reciente documental de Carlos Cañeque, Queridísimos intelectuales (del placer y del dolor), que opta a los próximos Premios Goya, y en el que también interviene Carrillo hablando del erotismo o el suicidio. No hay película de ficción que pueda reemplazar el valor de estos testimonios filmados. Escasean las películas dramáticas sobre temas del día, sean de ayer o de hoy, y estos documentales vienen a ocupar ese espacio.
