Rabo de toro vasco
Otra vez la política mangoneando el mundo del toreo Otra vez, pretenden asestar a la fiesta un golpe final. Se equivocan
“¿Sabe usted en qué zona de España se come más rabo de toro? En el País Vasco; y no solo rabo, sino la carne de bravo en general”. El dato no es científico, pero la afirmación, contundente y apasionada, corresponde a un afamado restaurador andaluz con un vasto conocimiento del tema. Y añadía: “Es que los vascos son muy amantes del toro, y forma parte de su historia y su cultura”.
Quizá por eso no se entienda el desmedido interés del partido que gobierna San Sebastián por erradicar la fiesta en esa ciudad. Habría que prohibir, también, la ingesta de rabo y el solomillo de novillo, que está para chuparse los dedos.
La única solución debe estar en esa afición, corta en número, pero sabia y exigente
En fin, otra vez la política mangoneando el desvaído mundo del toro. Otra vez, pretenden aprovechar la cara enfermiza de la fiesta para asestarle un golpe final en la creencia de que es un signo de modernidad atentar contra la libertad de quien disfruta con este espectáculo.
Se equivocan. Podrán prohibir las corridas en Illumbe, pero no erradicar el toro del País Vasco. Porque, lo quieran o no, es un animal fetiche en aquellas tierras; porque son numerosas las localidades que han hecho del toro el protagonista de sus fiestas, y porque, aunque no existan ganaderías ni economía taurina, el toro es un elemento sustancial de la cultura vasca que ni Bildu ni cualquier otro que lo pretenda conseguirá eliminar.
Argumenta el alcalde donostiarra que hay una baja afluencia de público. Seguramente, pero no más baja que la que asiste a los partidos de hockey sobre patines, y a nadie se le ocurre acabar con este deporte. Es verdad que acude poca gente a los toros, pero no es menos cierto que los amores hay que cuidarlos para que no se apaguen. Y, quizá, además de la crisis, que a todos afecta, a los aficionados de Donosti les ha faltado cariño por parte de los taurinos.
¿Hay esperanza está en el voto del resto de los partidos? Uf… Lagarto, lagarto… La trayectoria del PP y PSOE sobre los toros no es como para fiarse; y el viejo truco de dar libertad de voto, como ha anunciado el PNV, no hace albergar la menor esperanza.
La única solución debe estar, como siempre, en esa afición vasca, corta en número, pero sabia y exigente, que debe decir no alto y claro. Y el toreo todo, los toreros, los ganaderos, empresarios…, debe hacer un frente común para defender la libertad de ir a los toros en San Sebastián.
Si al alcalde no le gustan los toros porque dicen que son españoles, que se atreva, si es capaz, a prohibir en rabo en salsa, que seguro que le encanta y, además, estará convencido de que la gastronomía es cultura. Lo que son las cosas…
Babelia
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