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“El maullido del gato lo distrajo de su pensamiento...”

Vuelven las minificciones de los lectores Para participar debes incluir la frase "era imposible saber a qué olía" No puede estar ni al principio ni al final del microrrelato

Durante este verano, cada semana os daremos una frase que tendrá que ir incluida obligatoriamente en el relato y no puede ser ni la del principio ni la del final del mismo. Podréis escribir en nuestra red social Eskup (y desde allí enviar a Twitter con la etiqueta #relatoverano) que activaremos cada mañana. La frase para esta sexta semana es "era imposible definir a qué olía". Al final de cada día haremos una selección, que se publicará al día siguiente.

Lunes 20 de agosto, por solanda

El líquido burbujeaba en la redoma. Era imposible definir a qué olía. Por fin se decidió y lo apuró hasta la última gota. Al crecerle los colmillos el dolor le hizo aullar. Doctor Jekill, ¿se encuentra Vd. bien?, fué lo último que dijo su doncella.

Martes 21 de agosto, por simona16

Recordaba a sus amantes por el rastro que dejaban en la almohada. La buscó a su lado. Ella dormía con la boca abierta junto a la botella vacía. Era imposible definir a qué olía ese cuerpo inmóvil, hecho de plástico y silicona. "Qué buena está", pensó. Qué solo se sentía a veces

Miércoles 22 de agosto, por lopez_aguirre

Su hedor impregnó toda la casa, aunque era imposible definir a qué olía. Se sentó a escribir. Yo observaba su pelaje, el tamaño de sus garras y lo pesado de sus patas. Luego me extendió el papel y me pinchó la mano. Firmé. “Todo en orden, la chica es tuya y tu alma es mía”, dijo.

Jueves 23 de agosto por nepas

El presentador destapó un frasquito e hizo la pregunta del millón, “¡A qué huele!”, “son dos sustancias”, dijo como pista. El concursante, sin olfato por un accidente y al que le era imposible definir a qué olía incluso el vinagre, contestó seguro, “¡a nada!”. Ganó, era agua.

Viernes 24 de agosto por tefridel

El maullido del gato lo distrajo de su pensamiento. Apareció sigiloso en escena. Era de negro pelaje, mugriento y marginado. Se restregó mimoso sobre su raído pantalón. Era imposible definir a qué olía. No le importó. Con él en brazos abandonó el alféizar de la ventana.

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