El año en que los ‘compañeros del metal’ hicieron nuevos amigos

No se asuste, pero puede que esa leve joven de pelo a lo garçon, gafas de falso carey, camiseta de tirantes, zurrón color flúor, pantalones pitillo y manoletinas que ahora mismo viaja junto a usted en el autobús sea una heavy. Incluso puede que esté afónica por haberse dejado la voz coreando a la banda de metal extremo Napalm Death el viernes en el festival Primavera Sound de Barcelona. O hace unos días con Metallica y otros 20 grupos en el Sonisphere de Getafe junto a 90.000 personas. O que tenga planeado descoyuntarse con Twisted Sister y Ozzy Osbourne en el Azkena Rock la semana que viene en Vitoria. O con Marilyn Manson en julio, en el festival Costa de Fuego de Benicàssim. O a primeros de agosto, con lo más granado de la escena hardcore en el Resurrection Fest de Viveiro, Lugo. Este 2012 los amantes del género duro parecen haber crecido, haberse diversificado y tienen mucho donde elegir. ¿Casualidad?

El festival Sonisphere ha recibido este año 90.000 visitantes, 20.000 más que en 2011

A veces sucede que los datos dicen una cosa y algunos expertos otra. Este año los datos sugieren un repunte del metal (cifras récord de asistencia a festivales pese a la crisis, mayor presencia en los medios, alguna incursión curiosa en las listas de éxitos...) y un cierto trasvase de público indie (el cliché de la chica del autobús) hacia los subgéneros del heavy.  Los expertos, en cambio, no terminan de verlo claro. “Para mí es casualidad. No creo que haya un auge, pero sí había un público abandonado”, afirma Ernesto González, director de comunicación de Maraworld, la empresa que organiza el Festival de Benicàssim (FIB) y que, justo este año, lanza también el festival Costa de Fuego. El 20 y 21 de julio bandas como Guns n’ Roses, Opeth, Paradise Lost y el citado Marilyn Manson camparán por los dominios de una de las mecas del indie. "Llevábamos tiempo preparándolo", sentencia González revalidando la tesis de la casualidad.

La otra gran cita de los sonidos indies en España, el Primavera Sound, contaba en la edición que se ha celebrado estos días con un buen puñado de bandas de metal, entre otras Mayhem, Orthodox, Napalm Death, Melvins y Wolves In The Throne Room. Hace unos meses Abel González, uno de los responsables de la programación del festival, explicaba en EL PAÍS esta orientación: "Es un reflejo del panorama musical del momento. Al hacer un recorrido por la historia de la música tienes que prestarle atención a los subgéneros”. El festival, en el año del apocalipsis económico, ha registrado récord de asistencia.

Más datos: el último sábado de mayo los patriarcas del thrash metal, la banda Slayer, tocaron en Getafe un día después de hacerlo en el All Tomorrow's Parties (ATP) de Londres. Las bandas de este festival indie han sido seleccionadas para esta edición por el grupo escocés de post-rock Mogwai. Formación venerada en círculos alternativos, ha elegido para su ATP, entre otros, a los Melvins (hardcore punk), Sleep (doom metal), Wolves in the Throne Room (black metal), y YOB (doom metal).

Y a la inversa: A finales de mes se celebrará en Nueva Jersey el festival Orion, un homenaje por los 20 años del llamado Black album de Metallica. Entre las bandas que participarán, nombres del indie rock como Modest Mouse, Arctic Monkeys, Cage The Elephant y A Place to Bury Strangers. Con todo, desde Maraworld Ernesto González cuestiona el trasvase de público indie a las filas del metal.. pero con un matiz: “Lo que sí que es verdad es que ahora se comprende mejor que a alguien le guste Franz Ferdinand y Motörhead al mismo tiempo. O Mastodon. Para los popes del indie que te guste Mastodon está bien visto”, añade.

El heavy es un género que siempre ha funcionado Ibai Villapún

En Last Tour Internacional, la compañía que más festivales de metal organiza en España, tampoco creen que se viva un auge… sin embargo la reciente edición del Sonisphere ha pulverizado sus propios récords (más de 90.000 personas en dos días, 20.000 asistentes más que el año pasado). Y eso, insistimos, en el año en que nadie tiene dinero para nada. “El heavy es un género que siempre ha funcionado porque responde a un perfil de público muy apasionado, bien informado y amante de la música en directo”, señala Ibai Villapún, jefe de prensa de Last Tour. O sea, que en tiempos de penuria parece que el metal es una inversión más segura.

Uno de los grupos que actuará en ese Benicàssim metalero que será el Costa de Fuego es Angelus Apátrida, una banda de thrash metal de Albacete que el mes pasado se coló en el puesto número 14 de las listas de ventas con su álbum The Call, otro síntoma de que los sonidos duros ya no encuentran tantos obstáculos para abrirse hueco. Es una anécdota, pero el vídeo del single se grabó en el bar madrileño The Wall (un reciente lugar común para clientelas alternativas). Guillermo Izquierdo, vocalista y guitarrista de la banda, daba hace unas semanas a este periódico su explicación para el resurgir heavy: “Los grandes booms dentro de esta música siempre se han dado en momentos difíciles. Ahí está la explosión del punk y del heavy metal en Reino Unido en la época de la Thatcher”. Quizá solo sea eso: más gente con ganas de unas referencias estéticas claras y consolidadas y, también, más gente con necesidad de desahogarse, vistan como vistan.