España se hunde, Primavera Sound crece
El festival barcelonés, que aumenta su presupuesto y la previsión de espectadores, afronta su 12ª edición con un inabarcable cartel El evento se expande por la ciudad con conciertos gratuitos de primeras figuras
Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que Primavera Sound (PS) era un pequeño festival celebrado anualmente en el Poble Espanyol. Hoy, aquel evento de amigos, es una marca internacional que se ha expandido por toda la ciudad de Barcelona ampliando su programación a lo largo de una semana con conciertos gratuitos por la ciudad. Pero el PS también ha exportado su propuesta fuera de las fronteras españolas con Optimus, el festival que inaugura la semana que viene su primera incursión en Oporto. Una señal más de que Primavera Sound es hoy un enorme barco que en su edición barcelonesa transportará a 241 bandas y sobre el que estarán puestas las miradas de la música (¿independiente?) internacional a partir de hoy. Y todo ello, insólitamente construido con un equipo todavía reducido que permite mantener un cierto espíritu de aquellas noches en el Pueblo Español.
El festival espera unos 140.000 visitantes repartidos entre miércoles y domingos
A los alrededor de 40.000 visitantes diarios del año pasado (de jueves a sábado), el festival espera incorporar esta vez a unas 20.000 personas más gracias a las actuaciones gratuitas que tendrán lugar en el Arc de Triomf como inauguración (ayer) y clausura (el domingo). Un emplazamiento muy cómodo y céntrico que está siendo este año una de las grandes novedades y atracciones de la 12ª edición del evento. Ese era el reto principal este año, ser la banda sonora de Barcelona durante toda la semana de su celebración. Y el Ayuntamiento y la ciudad, que hasta ahora quizá no habían tomado en suficiente consideración al festival, encantados. Según un estudio encargado por el propio PS a la consultora Carat, el impacto económico del certamen en la ciudad es de más de 65 millones de euros. Lo que se traduce en 78.000 pernoctaciones de hotel y 22.000 vuelos que llegan a Barcelona estos días. Y para los que crean que España se hunde, deben saber que el promedio de gasto de cada asistente es de unos 605 euros.
¿Ha crecido demasiado el PS? Los organizadores no creen que haya ningún problema de espacio, al contrario. “El Fòrum tiene capacidad para eso y más. Pero nos mantendremos en esas cifras. El evento es para un público urbano y exigente que ya ha dejado atrás la idea de ir con tienda de campaña a ver conciertos. Queremos que estén en un ambiente cómodo”, explica Alfonso Lanza, uno de los directores. Lanza explica que la crisis, a diferencia de lo que cabría imaginar, no ha afectado al evento (con un presupuesto de 7,4 millones de euros, algo superior a al anterior edición). La bajada en compra de abonos se ha compensado con un aumento en la entradas de un solo día. Además, ese 35% de público extranjero con el que cuenta el PS (la mayoría británicos) ha permitido sortear las estrecheces económicas del público español.
The Cure, Franz Ferdinand, The XX o Wilco son algunos de los grandes nombres de esta edición
En cuanto a lo artístico, la oferta es apabullante. 241 grupos repartidos en ocho escenarios. Para afrontarlos, conviene armarse con un programa de mano, mucha calma (aunque difícil, no es aconsejable, quemar las naves la primera noche) y la resignación para perderse algunos de los grandes nombres que forzosamente coinciden en horario. Porque pese a la gran baja a última hora de Björk, uno de los principales reclamos del cartel, el evento va sobrado de jugadores titulares: The Cure, Wilco, The XX, Beach House, Rufus Wainwright, Franz Ferdinand, Kings of Convenience… Pero el tema es que, a riesgo de sonar a resabido, lo interesante del festival, como siempre, son los nombres que aparecen con un tamaño de fuente menor en el cartel.
Y en ese apartado, como suele suceder en el festival, recorre el ranking oficial de lo mejor del circuito independiente musical. Desde el pop al hip-hop, pasando por la mayoría de registros de la electrónica y el R&B. A$ap Rocky (uno de los proyectos de hip-hop más innovadores) , The Weeknd (el hombre que ha revolucionado la industria con sus ‘mixtapes’), Walkmen, Father John Misty (el proyecto del exbatería de Fleet Foxes), Rustie (el mejor álbum de electrónica de 2011, según Wire), o los tremendos músicos de The Oh Sees.
“Buscamos un equilibrio en la programación, pero lo hacemos a lo burro. Es decir, ponemos nuestros gustos en común, que coinciden en la mayoría de las casos, pero consensuamos los nombres de una forma democrática [cinco personas se ocupan de la programación]. Todos tenemos que estar de acuerdo para hacerlo. Somos gente que llevamos viviendo de la música desde hace muchísimos años y tratamos de mantener la calidad en cada edición”, explica Fra Soler, uno de los encargados de rastrear el mercado y diseñar el cartel, que señala a The Cure como la gran apuesta del festival y personal (el del 89 en el Velódromo de Horta fue el primer concierto "serio" que vio en su vida) de este año . The XX, The Rapture, Beach House, Rustie o Demdike Stare y James Ferraro (estos dos últimos mucho más minoritarios), son otras de las recomendaciones de Soler para estos días.
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