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La prensa mexicana despide al escritor y celebra su obra

Amplísimo homenaje de la intelectualidad mexicana al escritor fallecido

El escritor, en 1995
El escritor, en 1995Rick Maiman (AP)

“Murió Carlos Fuentes en la plenitud de su edad, bien servido por los dioses. No sé dónde leí que los héroes griegos pedían una vida corta o larga, pero una muerte rápida. Fuentes vivió una vida larga y plena, y murió con rapidez, ligero para el viaje, como había vivido”. Así despide hoy Héctor Aguilar Camín a su amigo Carlos Fuentes en la revista Nexos. Hojear hoy la prensa mexicana es pasar revista a la intelectualidad del país: el homenaje al escritor es casi unánime con amplísimos despliegues en la prensa y lazos negros en las webs. Al menos él sí fue profeta en su tierra.

Juan Villoro, en Reforma, cuenta cómo se enteró de la muerte de Fuentes (enlace para suscriptores). Y como bien dice, parece una invención: en la zona arqueológica de Chichén Itzá sonó el teléfono mientras atisbaba el inframundo maya. “En la gruta que sugiere una entrada a Xibalbá, reino de los muertos, entendí que allá arriba la superficie había cambiado”. Y concluye: "El mismo día de su muerte leí una de sus máximas entusiastas: "Si no vives como joven, te carga la chingada". A los 83 años su corazón se detuvo un segundo antes de que eso sucediera".

En su web, este diario incluye un gráfico animado en el que se puede bucear en su obra, en sus reflexiones, en las reacciones a su vida. Y el vídeo de una entrevista con el escritor, en la que habla de su relación con los políticos mexicanos. “He sido amigo de presidentes” ,dice. "No de los ignorantes. Cárdenas, Echeverría, Salinas, Zedillo…" y cuenta cómo son los políticos antes de llegar a poder, cuando están en el poder, y cuando lo abandonan.

En El Universal, César Huerta, recuerda otra de las pasiones del escritor, la relación de por vida que tuvo por el cine, y de cómo no consiguió llevar a la pantalla las películas que planeó con García Márquez porque al final acababan hablando de literatura. “En cine”, dice Huerta, “Fuentes se consideró un hombre del pasado”, nostálgico de las películas de los 30 o los 40, de Buñuel y de Lubitsch. Y evoca también como tuvo que enfrentarse a la censura cuando en 1969 el entonces presidente Díaz Ordaz mandó parar la grabación de su película Zona Sagrada.

La Jornada lleva a su portada impresa una bella foto del escritor en la biblioteca de su casa en 1984 tomada por Rogelio Cuéllar. El periódico dedica 17 páginas de su suplemento De En medio al escritor y destaca un texto de Fuentes sobre la muerte incluido en su libro En esto creo. “Qué injusta, qué maldita, qué cabrona es la muerte que no nos mata a nosotros, sino a los que amamos. Sin embargo, esa muerte enemiga es a la que podemos vencer”.

Desde Animal Político, Sergio Martínez Estrada recuerda la obra del escritor pero mira también hacia delante. "Carlos Fuentes", dice "es un escritor clásico que data del silencio del futuro lector, que como decía él, descubrirá su obra dentro de cincuenta años”. Y añade: "Data también de su propósito de analizar su ciudad, su país y su civilización. Data en la memoria universal, literaria provista de la erudición narrativa más bella del último siglo".

El homenaje sigue esta mañana. Muchas webs como la de Milenio han retransmitido en directo la despedida del pueblo mexicano al escritor en el céntrico Palacion de Bellas Artes de la capital. Algunas incluyen ya los discursos en vídeo pronunciados en el acto, como este del escritor y ensayista Reyes Heroles, en el que describe a Fuentes como "el seductor que atrapaba con la palabra".

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