Una ‘aparición’ en tono menor

José Tomás volverá a vertirse de luces el próximo día 25 de junio en la feria de Badajoz, en un cartel que compartirá con El Juli y Juan José Padilla y toros de Garcigrande y Domingo Hernández.

Así lo anunció en la mañana de ayer el empresario pacense, José Cutiño, amigo personal del torero, quien se ha apuntado el gran éxito de la temporada al conseguir que el torero de Galapagar haga el paseíllo en su plaza desde que abandonara los ruedos a finales de septiembre del pasado año en Barcelona.

Y lo hará junto a Julián López El Juli, un torero en plena madurez y de gran interés por el veto que le han impuesto los grandes empresarios, y Juan José Padilla, que está viviendo su año soñado tras el drama de Zaragoza.

Es una noticia de alto interés, sin duda alguna, ver de nuevo a José Tomás en una plaza de toros. Pero la fecha elegida, la plaza, y la propia afirmación de su apoderado, Salvador Boix, de que no hay cerrados más festejos y que la temporada será corta, junto al ya tradicional misterio que rodea a este torero, evidencian que la total recuperación física y mental tras el gravísimo percance de Aguascalientes aún no es un objetivo cumplido.

El inicio de temporada de José Tomás, que no reaparición, puesto que no se retiró el año pasado, es una noticia agridulce

Es indudable que José Tomás es un bien para la fiesta de los toros, pero un bien menor si la plaza elegida para la vuelta es Badajoz, sin que ello suponga menosprecio alguno para esta afición. Badajoz es una muy respetable plaza de segunda con una escasa importancia en el contexto de la temporada.

Si es verdad lo que dice Boix de que no hay más festejos cerrados, es lógico pensar que la aparición pacense es un ensayo con público en el que el propio torero medirá sus fuerzas y decidirá si continúa adelante o se retira de nuevo a la paz de su hogar.

De cualquier modo, el inicio de temporada de José Tomás, que no reaparición, puesto que no se retiró el año pasado, es una noticia agridulce. Bueno es que no esté perdido el torero para la fiesta, pero muy decepcionante que ese inicio de temporada no hubiera tenido como escenario la plaza de la Real Maestranza, para el que hubo largas y serias conversaciones, rotas, al parecer, por el entorno del torero; y que hubiera continuado en la presente feria de San Isidro. ¡Cómo hubiera cambiado esta temporada, ahora mortecina y sin alma, con la presencia y la competencia de José Tomás…!

Pero ya se sabe aquello de que lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible… Y por encima del deseo de los buenos aficionados se impone la realidad: Tomás no ha estado para Sevilla, no está para Madrid y, casi con toda seguridad, no estará para las grandes ferias de agosto septiembre. Y la realidad es que Tomás está para Badajoz.

Pues bienvenida sea la noticia, y alégrese la fiesta entera de que el torero tenga fuerzas y el ánimo suficiente para enfundarse el traje de luces.

Y enhorabuena a la ciudad −su alcalde estaba ayer exultante−, y, sobre todo, al empresario José Cutiño, un joven imaginativo, lleno de ideas, protagonista del milagro anual de Olivenza, y, hoy, triunfador de la temporada.

Ojalá la feria de Badajoz obre el milagro de espantar los fantasmas, y, de una vez por todas, tengamos José Tomás para rato. La fiesta lo necesita como agua de mayo. Por pedir que no quede…