“Es hora de escuchar a la gente que ha alzado la voz”

La última vez que EL PAÍS SEMANAL entrevistó a James Taylor, el músico declaró: “Empezaré a quitarme de encima todo lo que me impide componer el próximo septiembre. He alquilado un pequeño inmueble a unas cinco millas de mi casa. Es tranquilo, no tiene teléfono y allí podré trabajar. Espero poder tener un álbum listo en unos seis meses”. Era 2008 y pese a aquella declaración, el músico nacido en 1948 en Boston (Massachusetts) todavía no ha logrado sacar un nuevo trabajo con composiciones propias desde October road, en 2002.

Sin embargo, la espera para escuchar nuevo material de uno de los músicos estadounidenses más influyentes de siglo XX está a punto de terminar para el público español. Al menos para los que asistan a los conciertos que el cantautor ofrecerá en Barcelona, Bilbao y Madrid los días 4, 6 y 7 de mayo respectivamente. Lo cuenta él mismo desde el otro lado del teléfono: “Todavía espero encontrar un poco más de paz”, dice entre risas, “pero tengo al menos nueve canciones nuevas terminadas. Una de ellas está inspirada en la música del carnaval de Toronto en Canadá; hay también una canción de carretera [un clásico en la discografía de Taylor]; otra trata sobre encontrar razones para seguir viviendo; también hay una sobre la guerra de Afganistán y un par de poemas de amor. Y salvo que algo vaya mal en los ensayos, pienso incluir algunas de ellas en los conciertos de la nueva gira”.

Taylor visitó España por última vez en 2009 con su gira One man band (un guiño a uno de sus mejores discos, One man dog, de 1972) en la que recorrió el mundo acompañado tan solo por su guitarra, el piano de Larry Goldings y una aparatosa y enorme caja de ritmos confeccionada por uno de sus amigos escultores. “Ahora he querido variar otra vez el formato. No será con la banda completa. Iré acompañado de tres músicos: Goldings al piano, Jimmy Johnson al bajo y Steve Gadd a la batería. Creo que es una formación perfecta, algo que me apetecía hace tiempo”.

¿Qué va a pasar entonces con las armonías vocales? Taylor ha dado siempre mucha importancia a los coros, contratando para sus grabaciones y giras a voces de la talla de Arnold McCuller, Valerie Carter, Kate Markowitz o David Lasley. “Las armonías estarán. A principios de los ochenta, cuando actué en Saturday Night Live, utilicé mi voz pregrabada haciendo todos los coros. Es algo que no he vuelto a utilizar en tres décadas y quiero recuperarlo”, asegura el músico. De hecho, en YouTube puede verse ese vídeo en el que el músico bromea con una grabadora que se pone en marcha en el momento adecuado de su éxito Shower the people.

¿Tendremos por fin nuevo trabajo de Taylor para este año? “Existe un problema fundamental y es que me meto en demasiados proyectos”, afirma. “Entre otras cosas, voy a trabajar en la campaña de Obama [Las elecciones en Estados Unidos serán en noviembre]. Así que siendo realistas, creo que no podrá haber disco nuevo al menos hasta bien entrado el año que viene”. Taylor ya participó en conciertos a favor de la candidatura de Obama hace cuatro años y pese a que el presidente no ha conseguido llevar a cabo muchas de las promesas que hizo entonces, la fidelidad del músico es inquebrantable: “Obama ha logrado cambiar muchas cosas, pese al lío y el desorden tremendos con el que ha tenido y tiene que lidiar. No estoy decepcionado en absoluto. Creo que ha hecho un trabajo excelente arreglando desastres en los que nos metieron Bush y Cheney. Se podría pensar que no ha podido cambiar las cosas tan deprisa como nos hubiera gustado. Pero tal y como estamos, nadie puede darle la vuelta a la economía de un plumazo. Creo que debemos ser pacientes y esperar. Lo más importante para mí es que es un hombre que quiere ayudar a la gente que necesita ayuda”.

Ahora he querido variar otra vez el formato. No será con la banda completa. Iré acompañado de tres músicos

Ya que saca el tema de la política, ¿no ha participado en el movimiento ciudadano Occupy Wall Street? “No, pero simpatizo y estoy de acuerdo con ellos. Todo lo que ocurre con la economía y esta crisis gigante viene de las políticas llevadas a cabo hace más de 15 años. Se les dio a las grandes empresas y a determinados intereses económicos la posibilidad de irnos robando derechos con la complicidad de la política. Creo que es hora de escuchar a la gente que se ha puesto en pie y ha empezado a alzar la voz. Creo que nuestros políticos deben escuchar. El movimiento no tiene muy claro cómo pasar al siguiente nivel, cómo caminar. Pero sí transmiten que la sociedad está harta de unas políticas que favorecen a los que más tienen para que tengan todavía más y se olvidan de la mayoría de la población”.