Je suis a 'soulman'
Ben L’Oncle, que aporta una refrescante visión francesa al pertinaz revival de género, actúa por primera vez en España
Ben L'Oncle Soul, aunque en realidad se llame Benjamin Duterde, se crió en Tours, la ciudad del arte y la historia, atravesada por el río Loira, patrimonio de la humanidad por sus castillos, escenario de la guerra de los cien años. Un marco de historia y cultura que poco tiene de pajaritas y calcetines blancos a ritmo de soul. Su pasión por este género suena más a complejo de Edipo. Su madre, enamorada de Otis Redding, gastó sus vinilos durante la infancia de este joven francés -no llega a la treintena-, que ha acabado cantando como el maestro. “Siempre entraba en mi cuarto a decirme lo mal que lo hacía”, cuenta al otro lado del teléfono.
Lo suyo iban a ser las aulas de arte de cualquier colegio, pero justo cuando terminó sus estudios decidió viajar a París para telonear a artistas como Musiq Soulchild, Raphael Saadiq e India Arie. “Era la primera vez que hacía algo profesional, en Tours solo había cantando en mi habitación y en un coro gospel”. De la serie de conciertos que dio en la capital francesa en 2008, solo en el último pudo lucirse. Se subió al escenario con su teclado, su amigo Gabin, y al bajar se encontró de frente con la Motown Francia. “Lo primero que les dije fue que solo tenía tres canciones compuestas en MySpace, eso sí, con muchos comentarios y recomendaciones de amigos”, ríe al recordar. “Lo siguiente fue despedirme, necesitaba un año para poder escribir”.
Y así lo hizo. Un período de encierro y desconexión –“no tenía ni móvil, ni Internet”- y volvió como el hijo pródigo, con 14 canciones en inglés y francés que se llaman como él, Ben L'Oncle Soul y que salieron a la venta en 2010. La fórmula es la misma que la de sus mentores Sam Cooke, Marvin Gaye, Ray Charles, Aretha Franklin y Stevie Wonder, aunque sin renegar de la nueva generación del soul: D'Angelo, Janelle Monae y Sharon Jones, cuya banda, los Dap-Kings, acompañó a Amy Winehouse, otro de sus espejos. “La música es mi vida, es lo que hago y lo que me pasa, si me sale algo parecido a Otis Redding no es tanto por imitación como porque ya es parte de lo que soy”.
Su fidelidad a los clásicos solo se interrumpe en sus canciones en francés. L’Oncle canta en dos idiomas para dos públicos, aunque el repertorio venga empaquetado en el mismo disco. “Escribo en inglés y francés dependiendo de las letras. Algunas de mis canciones provienen directamente de la cultura afroamericana. El inglés es la lengua del soul y creo que mi público eso lo entiende”, explica. “En Francia nunca hemos vivido de esa manera el racismo y la segregación. La cultura negra es diferente, no tenemos un problema real con la inmigración como pasa allí”.
Los réditos de los dos últimos años, desde que sacara a pasear su disco por Francia, Canadá y Estados Unidos, le han granjeada la fama de nuevo rey del soul a la europea. L’ Oncle es triple platino en Francia, abrió el último Jazz Festival de Montreal ante 70.000 personas y ha sido premiado con el European Border Breaker Award à Eurosonic 2012, y nominado en los MTV European Music Awards.
A España vendrá el 1 y 2 de marzo, a Barcelona y Madrid, respectivamente. Es la primera vez que se enfrenta al público español y lo hará con una banda de nueve músicos y coristas, las responsables de que el cantante se atreva a mover las caderas. “El concierto es sorpresa, no voy a adelantar nada”, dice. Ni siquiera da pista alguna de su segundo trabajo que se publicará a finales de este año. “Va a ser muy loco, con un sonido más cercano al directo, pero mi apellido soul no va a desaparecer del disco”.
Babelia
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