Tropecientos golpes

La lista de agradecimientos que cierra los créditos finales de esta amarga —e inusualmente veraz— comedia adolescente parecen el quién es el quién de la nueva historieta francesa. Riad Sattouf es una de las figuras clave del último (o ya penúltimo) relevo generacional del tebeo francés. No ha tenido miedo en probar suerte tras las cámaras en esta película que se nutre de la misma capacidad de observación sobre lo cotidiano que distingue algunas de sus obras dibujadas, como Manual del pajillero o La vida secreta de los jóvenes, The french kissers ofrece una instantánea de la adolescencia renunciando tanto a la idealización nostálgica como al subrayado tremendista.

Vincent Lacaste —la respuesta gala a Jesse Eisenberg— y Anthony Sonigo —otro hallazgo— encarnan a dos adolescentes poco agraciados, sumidos en los estados de perplejidad sentimental y sexual propios de la edad, en una película que parece revivir la pureza y la falta de afectación de cierta Nouvelle vague primigenia para la era pos-American pie.