Sangre joven para la Bienal de Venecia

Massimiliano Gioni ha sido la verdadera sorpresa entre los nombrados para dirigir los diversos sectores, que componen la Bienal de Venecia, que dio a conocer ayer Paolo Baratta, presidente del Consejo de Administración de la institución veneciana. “Los nombramientos se producen en el marco del pluralismo y la continuidad necesarios para poder llevar a cabo programas de envergadura”, afirmó Baratta. El presidente reconfirmó a Ismael Ivo por otro año (su octavo), con el encargo de continuar las actividades de el Arsenale della Danza, que el coreógrafo y bailarín brasileño contribuyó a refundar.

También quedó reconfirmado el director barcelonés Alex Rigola, que se quedará otros dos años “para completar una experiencia muy productiva, basada en las actividades formativas, donde ha sabido combinar momentos de espectáculos y laboratorio”, según el presidente. En la edición anterior Rigola había satisfecho las aspiraciones de la Bienal, organizando un festival de grandes nombres, acompañado por un laboratorio internacional de formación que abarcaba todos los aspectos del teatro: técnica escénica, iluminación, dramaturgia, movimiento, etc. Según Baratta esta nueva fórmula festival-laboratorio ha vuelto a situar Venecia en el centro del debate sobre las artes escénicas contemporáneas.

Para el sector musical ha sido contratado el compositor italiano Ivan Fedele para un periodo de cuatro años, pero la mayor sorpresa ha sido la apuesta por un joven comisario, Massimiliano Gioni (Milán, 1973), para la Bienal de Artes Visuales, la más prestigiosa de todas, que celebrará su 55ª edición en 2013. Gioni, que ha sido comisario de alguna sección de la feria ARCO y ponente del Foro de Expertos, se dio a conocer como cazatalentos de artistas jóvenes. Inició su trayectoria por la puerta grande, como director artístico de la Fondazione Nicola Trussardi de Milán, pero rápidamente fue atrapado por el fenómeno más conocido como bienalización del arte. En 2004 dirigió la quinta edición de la bienal itinerante Manifesta y dos años después la cuarta Bienal de Berlín, que tituló Of Mice and Men. En 2010 comisarió 10.000 Lives para la octava Bienal de Gwangju en Corea, que fue todo un éxito, siendo el más joven y el primer europeo encargado de este evento. Además es director asociado del New Museum de Nueva York.

Gioni creció en el vivero del célebre crítico Francesco Bonami, de quien aprendió a no someter nunca su visión curatorial a los aspectos más comerciales del arte. Mientras que su gran amigo el artista Maurizio Cattelan, conocido por sus obras provocadoras y anticlericales, le ha transmitido la habilidad de comunicar con los medios y la misión de poner en valor las nuevas generaciones de artistas.

Mañana el Instituto Ramon Llull de Barcelona dará a conocer el ganador del concurso para representar a Cataluña en la próxima Bienal de Arquitectura de Venecia, que se celebrará este año bajo la dirección del arquitecto británico David Chipperfield.