Viva la anarquía electrónica
La frescura y atrevimiento latinos de Cómeme agitan la escena de la música de baile europea
Un tipo con chupa de cuero y camiseta de lentejuelas, pasado de kilos y gritando a cámara que es "un guerrero" y que busca peligro se pasea por el metro de Colonia escoltado por un maromo con un radiocasete amarillo a todo volumen. Los protagonistas de este ejercicio verbenero de diégesis musical y fenómeno de YouTube son Mauricio Rebolledo y Matias Aguayo: dos de los estandartes de Cómeme, un sello de música electrónica afincado en los estudios de Kompakt en Colonia con unas raíces latinas que lo han convertido en una refrescante isla en el homogéneo panorama de música electrónica.
Han lanzado ya 13 referencias en vinilo y varios experimentos en video. El formato les importa poco, dicen, solo pasarlo bien con la máxima libertad. El resultado es un sonido electrónico, muy analógico, disco a veces, techno otras, plagado de referencias culturales a los cómics, los coches y el mundo latino. Y, sobre todo, un ordenadísimo sentido de la anarquía creativa.
Aguayo, uno de los fundadores del invento (el otro es el argentino Gary Pimiento), es un productor y dj chileno que emigró, como tantos otros, con su familia a Alemania durante la dictadura de Pinochet. Hoy es uno de los emblemas de Kompakt (quizá el sello más prestigioso de música electrónica en Europa) y se pasa de gira casi todo el año por festivales y clubes del mundo. En uno de estos viajes conoció a Rebolledo, un dj que pinchaba en Playa del Carmen y que andaba cansado ya del repertorio que llevaba en su maleta cada noche. Una cosa llevó a la otra y en poco tiempo, mientras montaban fiestas en las calles de Buenos Aires, Santiago o Medellín, lanzaron el primer disco de Cómeme (por un libro sobre la casa Malaparte de Capri, que aparece en El desprecio de Godard, que la llamaba casa come me).
"El sello era una necesidad para nosotros, salió de forma natural. Es algo muy colectivo y muta todo el tiempo. Producimos vinilos, pero no es lo único. Consideramos que editar música también es subir un video a YouTube. Nos interesa la idea de salir de los formatos comunes, creemos en la obligación de inventar", explica Aguayo por teléfono desde Colombia.
Pero Cómeme no se reduce a una fusión de electrónica con ritmo latino. También tienen a un ruso llamado Phillip Gorbachev (se lo trajo Rebolledo tras una noche de dj en Moscú) o a un argentino (Daniel Maloso) que produce como si se hubiera criado en las mañanas del aparcamiento de una discoteca de Valencia en los noventa. Hacen lo que les da la gana. "Crecí sin casi influencia musical. Pero siempre hubo cosas que me llamaron la atención como el drive del disco, los temas de Donna Summer de Giorgio Moroder, el beat de Billy Jean (uff, puedo escucharlo en loop y ser feliz toda la vida), los coches, la velocidad, los Tigres del Norte", explica Rebolledo para sintetizar las inconexas referencias de su sonido. Él fue el autor del primer tema del sello y del único elepé (Supervato) hasta la fecha, publicado hace dos meses.
Un aviso: Cómeme es una familia en la que no se entra por los cauces normales. Si uno quiere publicar ahí, debe apelar a la accidentalidad o al azar más que a las relaciones laborales convencionales. Algo así como contratar al Equipo A. "Editamos muy poco y, desde luego, no son maquetas que nos manden. Nos topamos con ellos por casualidad o porque tratamos a la gente en persona", señala Rebolledo.
La conexión chilena
Muchos de los dj's latinos que han triunfado en Europa en los últimos años son hijos de padres que huyeron de las dictaduras, especialmente la chilena. La precisión con los platos y la producción mezclada con ese aire latino, salsón y fiestero les han conferido una fama, a veces infundada, de animadores perfectos de la pista. ¿Su valor? Calentar una música tendente a lo frío.
- DJ Luciano. Superestrella del minimal reconvertida al house. De padres chilenos, nació en Suiza, donde su madre huyó a finales de los setenta, y volvió a Chile a pasar su juventud. Este año pincha en Rock in Rio.
- Ricardo Villalobos. Protegido por Sven Väth y Richie Hawtin, conquistó Europa con su Alcachofa. Nació en Santiago en 1970, pero emigró a Fráncfort a los tres huyendo de la dictadura.
- Christian Vogel. El tema General, arrepiéntase, contra Pinochet, lo dice todo de este chileno criado en Inglaterra y residente en Barcelona. Fue una de las referencias del techno de comienzo de siglo.
Babelia
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