Una traición en tres dimensiones
Los Teatros del Canal estrenan mañana una versión del 'Macbeth' de Shakespeare ambientado en la Gran Guerra y dirigido por Helena Pimenta
"No queríamos mostrar la violencia expresa al espectador, porque la violencia está en la palabra". Esa es la visión del Macbeth shakesperiano que tiene Helena Pimenta, que trae desde mañana a los Teatros del Canal esta revisión del clásico. Directora del Centro Nacional de Teatro Clásico desde el pasado mayo, Pimenta ya se ha atrevido con otros títulos del dramaturgo como El sueño de una noche de verano. "La clave que preside nuestro trabajo es comunicarnos con el espectador de hoy", explica la directora. Y Albert Boadella, director de los teatros, le da la razón: "Es la primera vez que veo el porqué de las brujas en esta obra, que era algo que nunca había entendido". "Estamos ante una obra monumental. Helena ha conseguido romper con una rutina que se esconde detrás de la obra. A Shakespeare le habría encantado", comenta Boadella.
La universal historia de ambición sin límites de Macbeth es en esta ocasión un relato ambientado en la época de la Gran Guerra, a principios del siglo XX. Una historia que queda vertebrada por los coros masculinos compuestos por Verdi para su ópera homónima y que serán interpretados por el Coro de Voces Graves de Madrid. "Para apoyar la fuerza emocional de la obra, hemos recurrido al mundo de la música", explica Pimenta, que admite que es una de las cosas que ha aprendido de los montajes de Boadella.
Al frente del reparto, en el papel de Lord Macbeth, se coloca José Tomé. El actor encarna a la perfección esa fusión de épocas que se extrae del montaje de Pimienta. Con parecido napoleónico y casaca de mariscal de la Primera Guerra Mundial, Tomé encarna a un trastornado Macbeth que aspira al trono de Escocia entre apariciones y conspiraciones. "Este Shakespeare es grande porque, en la primera parte en la que se expone la historia y suele ser más pesada, mete el mal hasta en la amistad", explica el actor. Macbeth pasará por encima de todo, hasta del amor de su vida, cegado por la ambición. Ese amor al que abandona es Lady Macbeth, el papel al que da vida Pepa Pedroche. "El ser humano se empeña en darle tantas vueltas a las cosas que lo fastidia. En la obra todo se estropea por el error, errores que vivimos en nuestro día a día. Nuestros personajes son de carne y hueso, están en el patio de butacas además de en el escenario", dice la actriz.
Una de las novedades más sorprendentes es la utilización del vídeo para crear unos decorados en tres dimensiones que den vida a la tragedia shakesperiana. José Tomé, además de interpretar al barón ambicioso de la obra, es también el responsable de esta nueva visión del clásico, que pretende crear un escenario que gana en profundidad y que incorpora el vídeo como algo más que un acompañamiento, convirtiéndolo en un personaje más. Se suceden escenas oscuras, fantasmagorías y ensoñaciones que conducen a un final trágico y moralizador que Pimenta resume en una sola frase: "Macbeth encarna la peor de las guerras: la del hombre contra sí mismo".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.