Daniel Barenboim, director musical de la Scala de Milán
El director de orquesta argentino-israelí-español ocupa un puesto vacante desde que se marchó Riccardo Muti en 2005
Daniel Barenboim ha sido nombrado hoy director musical del Teatro de La Scala de Milán. Es un nombramiento poco sorprendente ya que, desde que Riccardo Muti saliera traumáticamente de la institución en 2005 y entrara como responsable y director artístico Stéphane Lissner, el maestro de origen argentino y con nacionalidad española e israelí y ciudadanía palestina al tiempo, era quien más asiduamente se hacía cargo de la orquesta.
"Con satisfacción y orgullo el superintendente Stephane Lissner ve como se concreta una estrecha relación con uno de los más grandes directores de orquesta de nuestro tiempo, que en los últimos cinco años de colaboración ha dado un fuerte impulso a la actividad del teatro", ha subrayado la dirección de La Scala en un comunicado. La dirección añadió que con esta elección ha tomado "una decisión importante" en su actividad artística internacional.
La trayectoria de Barenboim como director de ópera es brillante. Desde 1992 ha liderado la Ópera Estatal de Berlín y ha destacado en sus versiones wagnerianas. Su presencia en La Scala durante la etapa de Lissner ha sido preponderante. Durante tres de las seis temporadas que el francés ha programado se ha encargado de abrir cada año el telón el 7 de diciembre, día de San Ambrosio, patrono de la ciudad. La primera fue en 2007, con Tristán e Isolda, siguió con Carmen, de Bizet y repitió con Wagner y La valquiria el año pasado.
Era un secreto a voces que tarde o temprano, el músico asumiría la máxima responsabilidad al frente de la orquesta. Su compromiso durará hasta 2016, donde desarrollará un proyecto compatible con su carrera de pianista -que nunca ha abandonado- y su liderazgo del West-Eastern Divan, la orquesta con sede en Sevilla formada por músicos árabes, españoles, israelíes y palestinos que creó junto al intelectual Eduard Said. Debido a su estirpe hebrea e iberoamericana ostenta triple nacionalidad argentino-israelí-española, y es un defensor de la reconciliación y la paz entre judíos y palestinos.
Según el templo de la lírica italiana, se trata de una nueva relación "que dará impulso a un proyecto europeo de gran envergadura, que refuerza a La Scala en su interior y al mismo tiempo la abre a nuevas perspectivas sobre la escena mundial". Giuliano Pisapia, alcalde de Milán y presidente de la Fundación Teatro alla Scala, ha expresado su satisfacción y ha señalado que con esta elección, "el Teatro alla Scala (nombre completo en italiano) se confirma una vez más como un punto de referencia de la cultura y de la música a nivel internacional".
"La grandeza de su música, que he tenido el placer de apreciar muchas veces enriquece la historia del templo de la lírica y por tanto la imagen de Milán y de Italia en el mundo", ha agregado el alcalde lombardo.
Daniel Barenboim colabora con La Scala de Milán desde mayo de 2006, cuando fue nombrado director de orquesta "de referencia", con la condición de dirigir hasta 2011 al menos dos producciones por temporada. En esa fecha rechazó el cargo de director musical de La Scala -el aceptado hoy- porque, según dijo, no quería en ese momento puesto alguno que conllevara "la más mínima responsabilidad administrativa".
Su llegada a La Scala abrió una nueva etapa en el teatro de la ópera milanés después de la dimisión en abril de 2005 de Riccardo Muti, maestro de La Scala, de la que fue director artístico durante diecinueve años. Muti dejó su cargo tras varios meses de tensión con los empleados del teatro y fue sustituido en el cargo por Stéphane Lissner.
Babelia
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