Más reflexión y menos tecnologías

La Cuatrienal de Praga, el encuentro más importante del mundo en lo que concierne al espacio escénico, nació en 1967. Estos días se celebra la XII edición en la ciudad checa (del 16 al 26 de junio) con la participación de 65 países. Todos, pertenecientes a los cinco continentes, muestran en mayor o menor medida, trabajos en torno a la escenografía, la iluminación, el sonido, el vestuario, la arquitectura teatral... Y lo hacen a través de tres ejes temáticos: una exposición nacional de escenografía, otra de arquitectura teatral y una sección de estudiantes que muestran sus trabajos. En todo ellos se ha visto que la crisis, que afecta a todo el planeta, acerca cada vez más a los creadores de espacios hacia el pasado, pero aportando nuevas reflexiones y los aleja de las nuevas y muy caras tecnologías.

España, que acude a estos encuentros de manera continua desde 1987, ha consolidado de manera especial este año su participación con un pabellón sobrio y austero diseñado por Cube.bz, en el apartado de escenografía, donde se muestra el trabajo de catorce talleres en los que se realizan múltiples elementos vinculados a las artes del espectáculo y a los que se considera como auténticos responsables de la transformación de las ideas que nacen en un diseño y terminan siendo componentes escénicos. Entre ellos Antiqua Escena, Sastrería Cronejo, Eskenitek, Odeón, La tía Norica y Castells Planas.

En cuanto a arquitectura teatral el comisario del pabellón español en la cuatrienal, el escenógrafo y vestuarista Ramón Ivars, ha dado a conocer, en una curiosa mesa invertida de 180x75 centímetros, seis proyectos arquitectónicos, de otros tantos espacios que, años atrás, tenían diferentes usos laborales y industriales. Hoy se han transformado en nuevos contenedores de creaciones culturales y teatrales, como son la Alhóndiga de Bilbao, Las Naves del Matadero de Madrid, El Centro Párraga de Murcia, Las Naves de Sagunto, el Coma Cros de Gerona y el Teatro de Navalmoral de la Mata en Cáceres.

Además de las exposiciones habituales en esta cuatrienal, España ha aportado de manera paralela, una centrada en jóvenes escenógrafos egresados de la Escuela de Arte Dramático, donde se imparte la especialidad de escenografía desde 1987, y otra proveniente del Instituto del Teatro de Barcelona. Ambas se muestran en el Instituto Cervantes de Praga, que ha apoyado activamente la presencia española en la Cuatrienal, al igual que el Inaem (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música). Dentro de la Exposición de Indumentaria Extrema (Extreme Costumes) con sorprendentes trabajos, como el vestido mexicano confeccionado con balas, ha estado la aportación de la vestuarista española Mariaelena Roqué con un traje interactivo y comestible creado con turrón y obleas. A lo largo de la jornada de hoy lunes 20 de junio, (día nacional de España en la Cuatrienal) se han presentado diferentes trabajos, entre ellos comerse el vestido de Roqué por parte del público.

Lo que sin duda tiene mayor animación y además evoluciona a medida que pasan las horas es la participación española en la sección de estudiantes, con una exposición conjunta en la que se muestran los trabajos de los estudiantes de las escuelas superiores de Arte Dramático españolas en las que se imparte la especialidad de escenografía (Barcelona, Córdoba, Madrid, Sevilla y Vigo) y con una serie de actividades entre las que destacan las clases magistrales dedicadas a los futuros escenógrafos , impartidas por los profesionales más relevantes del mundo.

Una Cuatrienal en la que se ha visto claramente como en los últimos años la escenografía escénica ha salido de los teatros y ha logrado emanciparse en otros territorios: "Ya no es un servicio para un dramaturgo, empieza a tener sentido por sí misma, ha salido a la calle, convertida en arte, crea espacios para performances, y se proyecta en varias disciplinas, como puede ser el arte conceptual, un desfile de moda....", señala Sodja Lotker, directora artística de la Cuatrienal, quien deja claro que Praga no es un lugar de soluciones, sino un lugar de posibilidades en el que participan los más grandes importantes escenógrafos.

La crisis también se ha dejado ver por Praga, donde la mirada ya no está tan centrada en las nuevas y carísimas tecnologías. De hecho se ve mucho creador utilizando papel y otros materiales baratos. "Se está dando una reflexión más profunda y en parte una explotación del pasado", sostiene Lotker, quien, eso sí, asegura que la globalización no ha llegado a la escenografía, ya que el teatro es algo que se crea en el ámbito nacional y cada país es diferente y no se pueden comparar, de ahí la dificultad a la hora de entregar los premios. Los últimos países en incorporarse a la cuatrienal han sido Mongolia y Colombia