Reconocimientos para volver a empezar

Los premios se pueden tomar de muchas maneras. Isidoro Valcárcel Medina (Murcia, 1937) lo hizo como un aprendiz. "No me tomo esto como un premio de fin de carrera sino como una beca de principio de curso", ha dicho el artista, en otro guiño más de su lucidez, al recoger el premio de la Fundación Arte y Mecenazgo, que por vez primera concede esta institución impulsada por La Caixa.

Valcárcel tiene 73 años y lleva toda su vida comprometido con cierto tipo de arte y alejado de todo tipo de cenáculos. En una ocasión, el Macba le invitó a exponer y Valcárcel les legó su singular obra: pintó durante nueve días un muro blanco con un pincel de acuarela de color blanco. "Mi forma de estar en una colección es hacer algo que no se pueda coleccionar", aclaró entonces a los asombrados.

La próxima creación de Isidoro Valcárcel, que se mostrará en la galería barcelonesa Proyecte SD, indaga en el tiempo y el espacio

Esta mañana ha recibido una escultura de Miquel Barceló y 50.000 euros. La Fundación Arte y Mecenazgo le distinguió en la categoría de artista. El catedrático Francisco Calvo Serraller explicó las razones por las que el jurado eligió a un creador de arte conceptual ajeno a modas y salones: una actitud "ejemplar", un "modelo" de trayectoria y carecer "de la resonancia pública que merecería".

Quede claro que el artista agradeció el premio, pero luego se enredó en algo más interesante: "Este reconocimiento quiere decir que lo hecho está reconocido y asimilado, eso quiere decir que ya no vale. A partir de ahora mi propósito será demostrar que no me merecía el premio". Ya fuera del discurso explicaba que recordar el pasado "puede ser divertido" pero uno no debe "regodearse en lo mismo". Su próxima creación, que se mostrará en la galería barcelonesa Proyecte SD, indaga en el tiempo y el espacio: "En como intentamos convivir en el tiempo y disfrutar del espacio, o al revés".

Premios para galeristas y coleccionistas

Entre lo singular de estos premios está la instauración de galardones para galeristas y coleccionistas. Los primeros porque son capitales a la hora de mover el mercado del arte y promocionar artistas. En este caso, la distinción fue para Juana de Aizpuru (Valladolid, 1933), ahora una institución en el mundillo y en los sesenta una visionaria en un páramo. "Y sigue destacando en el descubrimiento de nuevos talentos", elogió Rosina Gómez-Baeza, actual directora de la LABoral.

Al coleccionista, según la fundación, hay que reconocerle su papel en la recuperación y creación de patrimonio artístico. El jurado eligió a José Luis Várez Fisa (Barcelona, 1928), considerado pionero del coleccionismo en los sesenta y que dedicó parte de su vida "a comprar arte buscando la oportunidad de traer de vuelta a España obras de artistas de nuestro país", señaló Carlos Fitz-James Stuart, portavoz del jurado.

La Fundación Arte y Mecenazgo, que preside Leopoldo Rodés, integra en su patronato algunas de las principales fortunas españolas con más vinculación con el mundo del arte, como Alicia y Esther Koplowitz, Juan Abelló, Carlos Fitz-Jamez Stuart y Carmen Cervera. Además de los premios tienen líneas de formación (programa de introducción al coleccionismo en colaboración con ESADE) y debate (conferencias en las que figuran los directores de la Tate Modern y del MOMA, Chris Derco y Glenn D. Lowry, entre otros). Lo más importante, en estos tiempos inciertos, es lo que dijo al menos dos veces el presidente de La Caixa, Isidro Fainé: "Habrá continuidad".