Hollywood recuerda la lealtad del maestro de la comedia
La viuda del cineasta fallecido, Julie Andrews, asegura que "no hay palabras que resuman lo mucho que será echado de menos".- "Treinta años más tarde es raro encontrar a alguien así", asegura Bo Dereck, protagonista de '10, la mujer perfecta'
El talento va por delante. Cuando llega el momento de decir adiós a un genio como Blake Edwards, fallecido ayer a los 88 años como consecuencia de una pulmonía, Hollywood se olvida de las películas malas o las que no encontraron audiencia para resaltar el talento de alguien como este realizador considerado el heredero de Billy Wilder o Ernst Lubitsch. Lo que diferencia al genio detrás de La Pantera Rosa, El guateque, Días de vino y rosas o Desayuno con diamantes de otras lumbreras de Hollywood es que, llegado el adiós, lo que todos los que le conocieron recuerdan es su lealtad, una rara avis en la industria del espectáculo. "Recuerdo mi llegada al set de 10, la mujer perfecta donde me encontré con el mismo equipo con el que Edwards había trabajado desde el principio de su carrera", resumió Bo Derek de alguien a quien mantiene en la memoria como "un hombre leal". "Me malacostumbró de por vida", añadió al conocer la muerte de alguien que cambió no sólo su vida sino su carrera. "Treinta años más tarde es raro encontrar a alguien así", agregó de este "genio del mundo del espectáculo".
Julie Andrews, casada con Blake desde hace 41 años, ha ahondado aún más en los valores humanos de alguien con quien rodó uno de sus mayores éxitos, Víctor o Victoria, y uno de los puntos más bajos de la carrera de ambos, Darling Lili. "Fue el hombre más singular que he conocido. Y fue mi compañero", indicó la actriz y cantante en un comunicado divulgado poco después de la muerte de su esposo junto a quien estuvo en el momento del óbito. "No hay palabras que resuman lo mucho que será echado de menos y estará siempre en mi corazón", agregó en la misma nota.
Richard Walton, al frente de la agencia humanitaria Operation USA, expresó de forma más extensa su pesar por la muerte de un hombre recordado por su humor pero cuya labor benéfica fue tan prolífica como su carrera. "Al contrario de la generación 'mírame' de estrellas activistas y filántropos, Blake Edwards prefería mantener esporádicas sus intervenciones personales", recordó de una labor constante a favor de los más necesitados, desde los campos de refugiados vietnamitas en la década de los setenta hasta este año en Haití, sin necesidad de buscar el reconocimiento público. Un "humanitario tranquilo", como dice Walton.
Pero por supuesto la muerte de Edwards también se ha dejado sentir a la hora de hablar de cine. Como dijo el actor, humorista y escritor Steve Martin desde Twitter, "Blake Edwards fue uno de los que me hizo amar la comedia", sentimiento al que se sumaron actores tan diversos en edad o carrera como William Shatner o Jessica Alba. Y desde el campo de la crítica, este autor que nunca gozó en vida del favor de la industria y cuyo único Oscar fue en honor a toda su carrera ahora es recordado como uno de los grandes. "Un genio sin control de calidad", comentó Jaime Weinman sin olvidar esos momentos en los que el humor de Edwards se tornaba en su opinión vulgar en medio de la genialidad.
"Desde Operación Pacífico a la maravillosa Víctor o Victoria, Blake Edwards hizo que la experiencia de ver películas fuera razón de disfrute y entretenimiento de manera constante. Aunque también tenía ese toque emocional de dramas como Días de vino y rosas o cuentos románticos como Desayuno con diamantes", resumió el historiador Robert Osborne al confirmar el mejor homenaje a este realizador estadounidense con la emisión en el canal TMC de un maratón cinematográfico con todos los títulos mencionados además de la por siempre ya histórica La Pantera Rosa.
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