John Sayles: "No soy el padre del cine 'indie', ya soy el abuelo"
El cineasta estadounidense presenta en Donostia 'Amigo', su visión de la guerra de Filipinas
John Sayles aparece en Donosti y a los cinéfilos se les pone el cuerpo espitoso. "Es mi cuarta o quinta visita. Para mí es siempre un festival para disfrutar. La comida, el agua... puedo nadar todas las mañanas. Y además es la oportunidad de enseñarla en Europa. La acabamos hace una semana, la mostramos en Toronto. Me gusta del público de aquí: es de la calle, general, y a la vez sofisticado: ve películas de todo el mundo, entiende lo que ve y no me siento extranjero", dijo en un más que correcto español.
Desgraciadamente, Amigo no está a la altura del talento del cineasta de Passion fish, Limbo, Matewan, Hombres armados, Lone star... y una docena más de clásicos del cine indie. Esta mañana ha defendido Amigo, su visión de la guerra de Filipinas, un conflicto de ocupación -otra más- de Estados Unidos que ocurrió a inicios del siglo XX. "Quiero aclarar que es un filme sobre Filipinas. Si hubiera querido hacer algo sobre Irak, la hubiera rodado. Pero en las guerras hay situaciones eternas, como la de mi protagonista, que se ve pillado entre dos frentes, y hace lo que mejor puede para su comunidad. Es un filme que podría haberse localizado en miles de enfrentamientos bélicos. Si colabora con un bando, el otro te matará. ¿Cuándo eres un traidor y cuándo eres inteligente en las situaciones reinantes?". Sayles aclaró que la apuesta por idiomas distintos estaba desde el inicio del guión: "Sirve para que el público tenga diferentes puntos de vista y entienda mejor a los personajes. Y así se hace una visión general que los personajes no tienen. Por eso no tenía sentido hacerla en inglés con acentos: la historia no funcionaría. En las mismas Filipinas hay muchos idiomas distintos".
También aprovechó para dejar claras sus motivaciones ideológicas: "En aquellos tiempos, los imperialistas estaban orgullosos de su posición igual que los racistas. El escritor e imperialista Ruyard Kipling escribió el poema Lleva la carga de los blancos, subtitulado América y Filipinas, donde defendía la carga de ser blanco y cristiano y el deber por tanto de convertir a los paganos, a esa gente inferior. Hoy se esconde más esa ideología". En cualquier caso, la guerra de Filipinas es una gran desconocida en el cine: "Solo hay un filme de Hollywood sobre este conflicto bélico, The real glory, una copia de Gunga Din, con David Niven y Gary Cooper, y sin filipinos en el elenco. El villano filipino era un actor ruso del teatro de Moscú".
La vida del cineasta indie ha cambiado mucho. Las tecnologías ayudan ("Ahora puedo ver pruebas de actores en el ordenador: así, por ejemplo, contratamos a los actores chinos o al catalán Jemi Paretas"), aunque los tiempos actuales son duros. "Son momentos complicados para los indies. El año pasado como mucho duraban las pelis 3 o 4 semanas en salas; ahora a duras penas pasamos de la semana del estreno. Cuesta encontrar el dinero y más aún distribuidores. Y sospecho que cada vez a menos gente le interesa las películas con subtítulos y personajes complejos. Los jóvenes no se sienten interesados por ello; y su punta de vista de visualizar es distinto: no aguantan un filme largo sin interrupciones. Ellos ven bocados de imágenes, pequeñas partes. La próxima generación de cineastas deberá dar una visión de esto". Los bíceps de Sayles han soportado años de cine indie: "Ahora deben cambiar nuestras expectativas. No soy el padre del cine indie, soy ya el abuelo. Pero ya hubo cine indie antes y lo habrá después".
¿Y en su futuro? "Gasté todo mi dinero en Amigo, me he quedado seco. Ahora debo escribir guiones para otros. Tengo en mente un proyecto sobre el matrimonio Rosenberg, que fueron ejecutados en EE UU por espías: me interesa mucho. Es caro y necesito buscar poco a poco el presupuesto. Es fácil hacer películas, pero muy complicado ganarse la vida como cineasta".
Babelia
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