Álex de la Iglesia: sufrimiento y placer
El director de 'Balada triste de trompeta' y presidente de la Academia recibe el Premio Nacional de Cinematografía
Placer y sufrimiento, eso es lo que experimenta Álex de la Iglesia cuando hace cine. Pero tiene que ser así. "No hay momentos de disfrute sin sufrimiento", ha asegurado esta mañana el realizador de Balada triste de trompeta y presidente de la Academia al recibir el Premio Nacional de Cinematografía de manos de la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde.
No se le notaban las 24 horas que lleva sin dormir, quizás porque el éxito que está cosechando últimamente se lo impide. Hace una semana que obtuvo en Venecia los premios a mejor director y guión por Balada triste de trompeta , para después viajar a Toronto donde la película ha recibido muy buenas críticas. Todo esto unido a que su nombre suscita unánimes halagos en el sector del cine por su capacidad de conexión.
"Con esta última película he sufrido más que con la primera que hice. Pero así debe de ser. He conseguido acostumbrarme al dolor, debe ser por la tradición seminarista importante en mi educación", añadió el realizador.
Ángeles González Sinde resaltó la voracidad "innovadora y transgresora" que ha conseguido el director en el lenguaje cinematográfico, al mismo tiempo que alabó su papel al frente de la Academia, institución en la que le sustituyó, por "su clara labor a favor del consenso y acercamiento entre todos los que forman parte del cine español y de ellos con la sociedad".
Esta tarde, Álex de la Iglesia la aprovechará para dormir y así recuperarse de los "lamentables" problemas que ha sufrido en su viaje desde Estados Unidos -"no nos dejaban viajar con el perro y estuvieron a punto de no dejarme coger el avión porque en el billete ponía Inglesia en lugar de Iglesia"-. Llegó por los pelos a San Sebastián pero de nuevo triunfó.
Babelia
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