La vida en la Tierra según los extraterrestres del siglo XVIII
Voltaire recoge en 'Micromegas' la historia de dos extraterrestres que coinciden en nuestro planeta con un grupo de sabios con los que mantienen interesantes conversaciones acerca de la cultura humana
Los visionarios han existido de toda la vida. Es por eso que en el siglo XVIII algunos ya creían en los extraterrestres. El filósofo francés François Marie Arouet, conocido como Voltaire (París, 1694- 1778), sentó las bases del género literario de ciencia-ficción con su obra Micromegas, que recomienda la escritora Clara Sánchez (Guadalajara, 1955). "Una novelita de ciencia ficción en que dos extraterrestres hablan sobre la vida en sus diferentes planetas con una gracia y una sabiduría que encantan", cuenta la ganadora del premio Nadal 2010 (Lo que esconde tu nombre).
El protagonista de esta curiosa historia es Micromegas, un ser de "ocho leguas de altura" que procede de un planeta que orbita en torno a la estrella Sirio. El gigante es desterrado durante 800 años y llega hasta Saturno, donde se le une un compañero de viaje. Ambos comienzan una travesía por el universo y montados en un cometa llegan hasta la Tierra, donde se encuentran con un grupo de sabios exploradores con los que intercambian impresiones.
Las matemáticas, la geometría, y la astronomía se mezclan con la filosofía y la religión a lo largo de la novela en las conversaciones de los protagonistas. "Nos habla de la relatividad de todo mucho antes que Einstein", señala Clara Sánchez. Aunque es una novela de ciencia-ficción, el autor trata de justificar los hechos con datos aparentemente científicos.
Esta obra está influenciada por Los viajes de Gulliver, de Johnathan Swift, y a su vez ha dejado huella en genios de la ciencia-ficcion como H.G. Wells (La guerra de los mundos). Se trata de una historia con grandes dosis de ironía y lucidez que además contiene muchas reflexiones que son vigentes en la actualidad.
Micromegas, de Voltaire (Artemisa).
Otros libros de Voltaire:
Zadig o el destino (Valdemar)
Diálogos de Evemero (Valdemar)
La doncella de Orleans (Rey Lear)
Clara Sánchez: "La libertad de expresión y la originalidad no es patrimonio de ninguna época en especial"
Clara Sánchez (Guadalajara, 1955) es escritora y colaboradora de EL PAÍS. Recibió el premio Alfaguara en el año 2000 por Últimas noticias del paraíso y el premio Nadal en 2010 por Lo que esconde tu nombre. Estas son sus sugerencias:
"Propongo unos cuantos libros que me han hecho muy feliz. Casi ninguno es contemporáneo, pero si no se supiese este dato se podrían leer como los cuentos más atrevidos, rupturistas y frescos del siglo XXI, lo que significa que la libertad de expresión y la originalidad no es patrimonio de ninguna época en especial.
Planilandia (Laertes) es el título de un librito original, intuitivo y genial de un tal Edwin A. Abbott escrito hace más de un siglo y que sirve tanto para iluminar el aprendizaje de las matemáticas como para preguntarse sobre la realidad. Y lo hace a través de unos personajes, figuras geométricas, que viven en distintas dimensiones: Linelandia, Planilandia y Espaciolandia.
Cuentos, de Fiódor M. Dostoievski (1821-1881), en la extraordinaria traducción de Bela Martinova (Siruela). Reúne los relatos más importantes del autor. Uno de mis preferidos es El cocodrilo, tan imaginativo, tan lleno de sentido del humor, ácido y tierno que no se puede olvidar.
Le passe-muraille (Gallimard), del escritor francés Marcel Aymé (1902-1967): diez relatos fantásticos, entre ellos el que da título al conjunto: la historia de un modesto funcionario que descubre que puede atravesar muros. Aunque tampoco el de Las Sabinas tiene desperdicio".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.